El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia se vio marcado por una movilización masiva que atrajo a más de 80 mil personas, según cifras oficiales, pero posiblemente superó las 100 mil. Organizada por La Cámpora y otras agrupaciones kirchneristas, esta marcha tuvo como objetivo recordar a las víctimas del terrorismo de Estado y expresar descontento hacia el gobierno de Javier Milei, al que acusan de negacionismo. Por la tarde, se llevó a cabo otra marcha organizada por grupos de izquierda no peronista.

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X de Casa Rosada

Sin embargo, el momento más controversial del día ocurrió a las 11 de la mañana, con la difusión de un video oficial por parte del Gobierno. Titulado "Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia Completa", este video representó una ruptura con las políticas gubernamentales previas desde 1983. Por primera vez desde el Estado se cuestionó la cifra de 30 mil desaparecidos, presentando testimonios que desafiaron la narrativa oficial. Esto provocó una división aún más profunda en la sociedad argentina y reavivó el trauma de la dictadura.

La jornada estuvo marcada por dos universos paralelos, reflejando la persistente grieta en Argentina. Los manifestantes kirchneristas y de izquierda expresaron su rechazo hacia Milei y hacia el gobierno actual, mientras que el video oficial generó controversia al excluir ciertas víctimas de la última dictadura y no condenar las violaciones a los derechos humanos.

Las movilizaciones transcurrieron sin incidentes graves, pero dos episodios llamaron la atención: las declaraciones de Estela de Carlotto contra Milei y el incendio de un muñeco caracterizado como el presidente de los argentinos en La Plata.

El video oficial, que superó las seis millones de reproducciones en las redes sociales, reavivó la discusión sobre la cantidad de desaparecidos y destacó los actos terroristas perpetrados por grupos guerrilleros. Sin embargo, fue criticado por no presentar una visión completa de la verdad histórica y por excluir a ciertas víctimas del terrorismo de Estado.

En medio de la controversia, la sociedad argentina enfrenta una nueva etapa de debate sobre su pasado reciente, mientras intenta sanar las heridas del pasado y avanzar hacia un futuro más reconciliado.