El Instituto Argentino del Transporte (I.A.T.), creado en 2014 durante el gobierno de Cristina Kirchner y bajo la gestión de Florencio Randazzo, fue oficialmente disuelto por decreto del actual gobierno de Javier Milei. Esta decisión, enmarcada en la estrategia de reducir el gasto público, busca eliminar la superposición de funciones entre el I.A.T. y otras áreas como la Secretaría de Transporte y la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

La disolución del I.A.T. responde a la necesidad de optimizar recursos y evitar duplicidades administrativas. Según el decreto, muchas de sus tareas ya eran ejecutadas por otras dependencias, lo que llevó al Gobierno a transferir sus funciones y recursos a la Secretaría de Transporte. Esta medida forma parte de un plan más amplio para racionalizar el aparato estatal y mejorar la eficiencia en la administración pública.

Con esta reestructuración, el Gobierno asegura que la gestión del transporte, un sector clave para el desarrollo económico del país, sea más eficaz y se concentre en áreas prioritarias.