"Queremos que los sectores que perdieron poder adquisitivo recuperen lo más que puedan. Esto es un piso de la negociación salarial, queda incorporado al salario. No es un bono y será remunerativo", sostuvo el funcionario nacional.

Moroni explicó que la idea del incremento es que sea un piso para las futuras negociaciones, luego de un año en que la inflación rondará el 55%, y pidió que los empresarios no trasladen ese incremento a precios.

"La política de precios y salarios tiene que ser convergente. Si los aumentos nominales se van a precios, no servirá de nada", explicó.

Algunos gremios pedían que ese aumento sea de unos $ 10.000. Desde el Gobierno manejarían la posibilidad de que sea de entre $ 5.000 y 8.000.