El múltiple femicida Ricardo Barreda murió este lunes a l 83 años en un geriátrico de San Martín en el que fue internado meses atrás a raíz de un avanzado cuadro de mal de Alzheimer.

El odontólogo platense fue el protagonista de uno de los hechos más sangrientos de la historia policial reciente: el 15 de noviembre de 1992 asesinó a su esposa, a sus dos hijas y a su suegra, en un ataque perpetrado en su casa del centro de la capital bonaerense.

Según se informó, Barreda murió de un paro cardíaco en el geriátrico "Del Rosario" de San Martín, donde el odontólogo se hallaba internado desde principios de marzo último, según indicó el director del establecimiento. El femicida había llegado hasta allí luego de permanecer varios meses internado en el Hospital Eva Perón de San Martín, donde era tratado por su cuadro neurológico y por problemas de próstata.

El caso

Este cuádruple crimen fue cometido el 15 de noviembre de 1992, en su casona de calle 48 entre 11 y 12 de La Plata, donde Barreda residía con su familia y que actualmente se encuentra en estado de abandono total.  La víctimas fueron su esposa Gladys McDonald (57); sus dos hijas, Cecilia (26) y Adriana (24); y su suegra Elena Arreche (86).

El odontólogo primero negó la acusación en su contra e intentó hacer pasar el hecho como un robo a su casa, pero finalmente confesó, y en 1995 fue condenado tras un juicio oral a reclusión perpetua por triple homicidio calificado y un homicidio simple.

Según su versión, los homicidios fueron una reacción suya a los maltratos y humillaciones que recibía de todas ellas. "Lo siento por mi hija más chica, que fue a la que menos le di y de quien más recibí", declaró en aquel debate oral.

Recién en mayo de 2008 Barreda abandonó la Unidad Penal 9 de La Plata al ser beneficiado con un arresto domiciliario y se fue vivir con su nueva pareja, Berta "Pochi" André, quien murió en julio de 2015 como consecuencia del deterioro de su salud a raíz de graves problemas neurológicos.

En diciembre de ese mismo año, y luego de varias idas y vueltas judiciales, Barreda recibió la libertad condicional, mientras que en mayo de 2016 se declaró "extinguida la pena impuesta". A partir de esta resolución, Barreda quedó en plena libertad y ya no tuvo que ser controlado por la Justicia.

Pero poco después de haber quedado absolutamente libre, Barreda se presentó solo en un hospital de la localidad de General Pacheco con una identidad falsa y visiblemente desmejorado, donde permaneció internado durante un año y medio.

En ese momento, los médicos informaron que el odontólogo padecía "un cuadro de salud mental"; tras lo cual Barreda tuvo problemas con algunas enfermeras que denunciaron que las maltrataba. Al salir de ese hospital en julio de 2017, el odontólogo fue enviado a una pensión de General Pacheco y finalmente se mudó a San Martín. (DIB)