Este jueves, falleció un niño de 10 años que había sido baleado en un enfrentamiento entre motochorros y un policía de civil en Wilde, en el municipio de Avellaneda. Bastián Escalante estaba con su madre durante el incidente, quien intentó protegerlo de las balas y salió corriendo del lugar. Toda la secuencia fue captada por cámaras de seguridad de la zona.

El incidente ocurrió la noche del miércoles, alrededor de las 20:30, cuando el niño salía de un club de barrio con su madre después de entrenar fútbol en el club Sociedad de Fomento Barrio Carne. Las cámaras de seguridad registraron el momento en que el niño, en bicicleta, y su madre caminaban de regreso a casa por una calle solitaria. A unos 50 metros de distancia, la madre notó algo extraño, tomó el manubrio de la bicicleta de su hijo y lo giró en la dirección opuesta. Mientras tres hombres, uno en moto y dos a pie, se acercaban a ellos, la madre empujaba desesperadamente la bicicleta. A lo lejos, se veía a un hombre disparando. Aunque no quedó claramente registrado el momento exacto, el niño recibió dos disparos.

Según informaron fuentes policiales a La Nacion, el tiroteo comenzó cuando un policía de civil de 30 años, miembro del Comando Patrulla Avellaneda, fue abordado por cuatro sospechosos, uno de ellos armado, en dos motocicletas. Los delincuentes intentaron robarle su vehículo Rouser NS200 cuando el hombre se dirigía a la escuela Técnica N.º 3 a buscar a su hijastro. Tras identificarse como policía, el oficial comenzó a disparar a los delincuentes, que huyeron corriendo. En esos momentos, el niño fue herido con un balazo en el cuello, con orificio de entrada y salida, y otro en un omóplato. La Justicia ahora intenta determinar si los delincuentes respondieron con disparos y de dónde provinieron los tiros que mataron al niño.

El caso está siendo investigado por la UFI de menores N.º 2 de Lomas de Zamora, que ha encargado las pericias a la Prefectura Naval Argentina (PNA) y otra fuerza ajena a la policía bonaerense. El niño fue trasladado de urgencia al Hospital Finochietto, donde fue sometido a dos operaciones y estaba en estado delicado, pero falleció la mañana de este jueves.

Vecinos del barrio expresaron su indignación y preocupación por la falta de seguridad en la zona y organizaron una protesta en el lugar del incidente la noche del miércoles, pocos minutos después del violento hecho.