Una paro total de trabajadores nucleados en la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles puede llevar al desabastecimiento de combustibles en todo el país.

Es por un dilatado conflicto salarial entre la federación de gremios petroleros y la cámara del sector, que alcanzó su punto cúlmine hoy, aunque algunos sostienen que es una manera más de presionar para que se descongelen las tarifas de los combustibles establecidas por el Gobierno Nacional. 

El paro golpea especialmente en la provincia de Buenos Aires, que concentra la mayor cantidad de refinerías del país -Campana, Dock Sud, Bahía Blanca y Ensenada-, pero los efectos se pueden sentir en toda la Argentina.

La medida, comunicó la Federación, es "en repudio a la falta de respuestas por parte del sector empresarial al reclamo por la revisión salarial de la paritaria 2019". Las empresas todavía deben los aumentos acordados en 2019 y ni siquiera se sentaron a discutir la pauta de 2020.

Pedro Milla, secretario general de la Federación, decretó un paro en refinerías que puede llevar al desabastecimiento.

Mario Lavia, secretario gremial e interior de la Federación advirtió por los alcances del paro: "claramente va a haber desabastecimiento de combustibles y se va a notar inmediatamente", aseguró. La Federación es poderosa: agrupa a los 17 sindicatos de petroleros privados en todo el país.

Desde el Gobierno nacional intentaron abrir un canal de diálogo de emergencia y no se descarta el dictado de una nueva conciliación obligatoria. El problema es que las instancias de diálogo parecen agotadas. De hecho, hoy terminó la última conciliación, dictada en julio de este año, y el acuerdo no avanzó.

Lo que hay de fondo se estima es una pelea por el congelamiento de precios de los combustibles impuesto por el Gobierno nacional en el marco de la pandemia. Así lo entienden, al menos, desde el sector sindical. "Ellos aducen que el negocio no está en niveles suficientes como para negociar aumentos", aseguró Lavia.

  • No descartan que la estrategia de las empresas sea presionar a los trabajadores para que tomen medidas extremas y forzar al Gobierno nacional a que tome medidas contra el descongelamiento, que, por lo pronto, seguirá vigente hasta el próximo 23 de septiembre.