Argentina confirma ingreso a la OCDE: Nuevo rumbo económico de la administración Milei
Tras cuatro años de bloqueo, la Canciller Diana Mondino anuncia la firma oficial de Argentina para unirse a la OCDE, el influyente grupo económico liderado por Estados Unidos. El gobierno de Javier Milei revierte la postura kirchnerista, retomando los avances diplomáticos de la administración Macri para destrabar la operación.
En un sorprendente giro de la política exterior argentina, la Canciller Diana Mondino confirmó hoy que el país firmará su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este movimiento, que ha sido objeto de debate y negociación desde 2016, finalmente ve la luz gracias a la gestión de la actual administración encabezada por el presidente Javier Milei.
La administración kirchnerista, que previamente boicoteó y postergó cualquier avance hacia la OCDE durante cuatro años, vio cómo el nuevo gobierno liberal recuperaba rápidamente los esfuerzos diplomáticos realizados por el ex presidente Macri.
La OCDE, un grupo de 38 de las economías más importantes a nivel global, tiene como objetivo armonizar y coordinar políticas para fomentar la expansión económica. Desde su creación en la década de 1960, ha desempeñado un papel crucial en la orientación de las políticas económicas de Occidente, desplazando gradualmente la antigua doctrina de la CEPAL que predominaba en la región.
Esta adhesión a la OCDE se produce después de que Mondino anunciara que el gobierno de Milei rechazaría la adhesión al grupo de los BRICS, liderado por China. Este grupo incluye a economías como Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.
Las reformas estructurales propuestas por el presidente Milei están alineadas con los postulados convencionales de las economías de la OCDE. Entre ellas se incluyen la desregulación del comercio exterior, la eliminación de impuestos distorsivos (especialmente sobre las exportaciones), una macroeconomía ordenada basada en la estabilidad de precios y una legislación laboral moderna y flexible.
Es importante destacar que la OCDE no impone disposiciones fiscales ni sistemas cambiarios a sus miembros. En cambio, ofrece recomendaciones y pautas comunes para facilitar el intercambio comercial y el flujo de capitales entre países. La adhesión de Argentina requerirá ajustes en el sistema impositivo para alinearse con estas pautas, lo que podría implicar reducciones significativas en las alícuotas tanto a nivel interno como en el comercio internacional.