Gabriel Boric, presidente de Chile, ha optado por no recibir a Javier Milei en su próximo viaje a Santiago, a pesar de que el líder libertario había anunciado su visita con antelación. Según fuentes del gobierno chileno, Boric no está dispuesto a organizar una reunión bilateral debido a la informalidad con la que se gestionó la visita de Milei, así como la posibilidad de que se reúna con José Antonio Kast, líder de ultraderecha y principal opositor a Boric.

Las fuentes indicaron que “el presidente tiene otros compromisos en la agenda” y criticaron el enfoque privado del viaje de Milei, que consideran como una falta de respeto hacia Chile. Esta decisión marca una clara diferencia con la cálida recepción que se organizó para Lula da Silva, quien tuvo una visita de tres días en el país y fue recibido tanto por Boric como por empresarios clave en Chile.

Boric también ha mostrado un compromiso con México al recibir a la canciller Alicia Bárcena para discutir la modernización del Acuerdo de Asociación Estratégica y otros temas de relevancia para América Latina. La relación con México y la próxima presidencia de Claudia Sheinbaum también son prioridades para Boric.

Además, Boric prefiere evitar una posible declaración conjunta con Milei en temas sensibles como Venezuela, donde Boric ha mantenido una postura firme que podría no alinearse con la de Milei.

Durante su visita a Chile, Milei se limitará a participar en un acto conmemorativo de Gas Andes y brindará un discurso. Además, estará en Neuquén para reunirse con representantes de empresas operadoras en Vaca Muerta, incluyendo a Chevron, Exxon, Pampa Energía, y Shell. Aunque no está confirmado, no se descarta una posible reunión con Kast.

Boric ha estado recientemente en Paraguay para avanzar en una agenda comercial con Santiago Peña, centrada en la exportación de carne y la cooperación contra el crimen organizado. Este enfoque en la agenda regional destaca las prioridades actuales de Boric, que evidentemente no incluyen a Milei.

La decisión de Boric de no recibir a Milei es un precedente en las relaciones bilaterales entre Chile y Argentina, donde históricamente las diferencias políticas no habían impedido el diálogo.