El gobierno de Javier Milei enfrenta una situación desafiante con el paro nacional convocado por la CGT, las CTA y sindicatos de izquierda, que muestra un alto nivel de acatamiento y vacía las grandes ciudades del país.

En la Casa Rosada, la respuesta a la medida sindical es de rechazo y confrontación. Se descarta establecer algún canal de diálogo con los sindicatos y se busca redoblar la estrategia de "batalla cultural", con mensajes como "Yo no paro" y encuestas que muestran un rechazo a la medida.

El ministro de Economía, Luis Caputo, expresó su opinión a través de las redes sociales, señalando que "el sindicalismo está cada vez más alejado de la realidad" y reafirmando la necesidad de esfuerzo y sacrificio para superar la crisis económica.

El paro muestra una contundencia evidente en las grandes ciudades, donde prácticamente no circula el transporte público y muchos comercios permanecen cerrados. Aunque el gobierno minimiza su impacto, argumentando que "no tiene ninguna contundencia", la realidad refleja un fuerte respaldo sindical a la medida de fuerza.

En medio del paro, la Casa Rosada busca dar imagen de normalidad, manteniendo las actividades del Gabinete y del Senado, y mostrando apoyo a través de reuniones y actividades programadas. Sin embargo, la confrontación entre el gobierno y los sindicatos parece estar lejos de resolverse.