Olavarría en Crisis: Entre el Ajuste y la Esperanza de Reactivación

La ciudad de Olavarría enfrenta una de las crisis económicas más devastadoras de su historia, marcada por un escenario de inflación y recesión que afecta a nivel nacional, pero que encuentra en esta localidad una situación particularmente compleja debido a su dependencia de la industria minera y cementera. La venta de Loma Negra a inversores chinos, con planes de despedir al 50% del personal ante la caída de la obra pública y las ventas, suma incertidumbre al futuro laboral de la región.

El intendente Maxi Wesner se encuentra en una posición delicada, intentando contener el descontento social en medio de medidas de ajuste impuestas por el gobierno de Axel Kicillof en la Provincia. La esperanza de una posible compra de la cementera por Marcelo Mindlin del grupo Pampa Energía podría significar una luz al final del túnel, aunque aún no hay certezas.

La situación es alarmante: el 40% de los comercios han cerrado sus puertas y el municipio registra números en rojo. La parálisis del sector productivo genera un efecto dominó que impacta en todas las áreas de la economía local.

Según el Sindicalista Alejandro Santillán, Secretario General de AOMA Olavarría, la industria está completamente paralizada. Se están negociando salidas para los trabajadores, intentando minimizar el impacto de los despidos. Esta situación recuerda a las crisis de los 90 y 2000, con la diferencia de que en esta ocasión se busca asegurar compensaciones económicas para quienes deben dejar sus empleos.

El Delegado del Ministerio de Trabajo en Olavarría, Lucas Miriuka, advierte sobre un panorama aún más sombrío en el corto plazo, especialmente en los sectores de la minería y la cementera. La caída en la construcción repercute directamente en estos sectores, reduciendo significativamente la facturación de los comercios locales.

Jorge Sobarzo, presidente de la Asociación de Propietarios del Parque Industrial, destaca la desaceleración de la actividad económica productiva y la necesidad de una urgente recomposición salarial para hacer frente a la inflación. Sin embargo, el contexto actual dificulta las negociaciones y pone en riesgo la sostenibilidad de las empresas.

En enero de 2024, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) reflejó una caída del 4,3% en comparación interanual, evidenciando la profundidad de la crisis. Sectores como la industria manufacturera y el comercio son de los más afectados, contribuyendo significativamente a la contracción económica.

Los salarios continúan perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación, lo que agrava aún más la situación de los trabajadores y sus familias en Olavarría. La administración actual, bajo el modelo de Javier Milei, promete una recesión con reducción de gastos públicos y salarios, lo que podría llevar a una disminución de los precios pero a costa de un mayor desempleo y pobreza.

Olavarría se encuentra en una encrucijada, buscando estrategias para sobrevivir a esta crisis sin precedentes, mientras los ciudadanos y trabajadores esperan soluciones que puedan brindarles un futuro más estable y próspero.