A días de la asunción del presidente electo Javier Milei, aún resta definir quién será el Secretario de Turismo de la Argentina. El hombre que pica en punta, y que parece generar el consenso de propios y extraños, es Hernán De La Colina. Es que el empresario tiene una vasta trayectoria en el sector, tanto el ambito, pero también se desempeñó como técnico del Ministro Gustavo Santos, cuando éste lideró el Ministerio durante de la presidencia de Mauricio Macri.

 Con la firme idea de no reeditar el Previaje, pero si de eficientizar los recursos y de darle al Inprotur un giro de 360 grados, con misiones básicamente comerciales que se concentren en la demanda, De La Colina suele compartir la idea primordial que “la competencia genera mejoras en las experiencias, siendo la función de la gestión articular los recursos para propiciar dicha competencia.

 La Argentina solo se ha enfocado en el desarrollo de la oferta sin tener en consideración a la demanda. Y esa oferta ha sido desarrollada en función de políticas públicas dirigistas que nunca han contemplado la necesidad de los mercados”.

 En tiempos en lo que se desprende, al menos desde lo que dejan vislumbrar en la mesa chica de Javier Milei, la importancia de los técnicos al frente de los organismos públicos, este parece ser el handicap que presenta De La Colina, quien durante años se consolidó como consultor y responsable de decenas de planes de marketing de destinos nacionales e internacionales, pero sobre todo porque el también director del Marktur, fue el único que presentó al entonces candidato a presidente Milei, un minucioso plan estratégico de turismo que fue confeccionado con otros profesionales, y que rompe con los moldes tradicionales. 

Un plan que Milei leyó atentamente y evalúa día tras día, porque el turismo podría a través de estas acciones generar unos 3.500 millones de dólares extras a la delicada economía argentina.