En un inesperado giro en la política del fútbol argentino, la Inspección General de Justicia (IGJ) decidió suspender la Asamblea General Ordinaria de la AFA, donde Claudio "Chiqui" Tapia iba a ser reelegido como presidente. La decisión fue tomada tras el reclamo del presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, quien impugnó la elección por considerar que debía realizarse en el período correcto, garantizando un proceso más democrático.

El fallo representa un revés significativo para Tapia, quien era el único candidato en estas elecciones adelantadas y cuya reelección parecía asegurada. La AFA apelará la decisión, pero los tiempos judiciales complican la posibilidad de realizar la Asamblea en la fecha prevista, ya que cualquier decisión tomada podría ser anulada.

Además de la reelección de Tapia, uno de los temas claves que se iba a tratar era la modificación del estatuto de la AFA para extender el número de mandatos consecutivos permitidos para los miembros del Comité Ejecutivo. Sin embargo, con esta suspensión, el futuro del fútbol argentino queda en suspenso, mientras se buscan nuevas opciones y candidatos.

La decisión de la IGJ, en favor de un proceso electoral más transparente y democrático, ha generado un fuerte impacto en la AFA, que ahora enfrenta una encrucijada política importante.