Desde diciembre del año pasado, los docentes universitarios han experimentado una notable pérdida de su poder adquisitivo, que ha alcanzado el 45%. Esta información ha sido confirmada por Emiliano Yacobitti, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien desmintió las afirmaciones del gobierno sobre los aumentos salariales. Según Yacobitti, la inflación acumulada ha sido casi el doble de las actualizaciones salariales proporcionadas a los profesores y trabajadores universitarios.

Sandra Pettovello, del gobierno, había afirmado que los salarios docentes habían aumentado un 71% desde diciembre, en comparación con el 58,5% de aumento para el resto de los empleados estatales. Sin embargo, Yacobitti argumenta que esta afirmación es engañosa, ya que incluye acuerdos salariales previos a la llegada de Javier Milei y no considera la paritaria completa firmada con el resto de los estatales en febrero.

El gobierno, presionado por las protestas y marchas multitudinarias, actualizó el presupuesto para los gastos de funcionamiento de las universidades, pero el aumento en los salarios docentes y no docentes ha sido insuficiente. Estos salarios constituyen el 87% del total de los gastos de las universidades, y la actualización que recibieron no ha sido acorde con las necesidades.

El conflicto salarial en las universidades refleja una brecha creciente entre los aumentos prometidos y la realidad económica que enfrentan los docentes, quienes ven cómo su poder adquisitivo se desvanece en medio de una alta inflación.