El presidente Javier Milei se reunió en Ushuaia con Laura Richardson, Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, en un encuentro sin precedentes que marca un hito en la geopolítica regional. La cita tuvo lugar en Tierra del Fuego, una provincia estratégica para los intereses chinos en Argentina.

El propósito principal del encuentro fue anunciar el lanzamiento de una base militar argentina que funcionará como punto central de las operaciones nacionales en el Atlántico Sur. Esta decisión, respaldada por Estados Unidos, implica un cambio significativo en el escenario geopolítico, ya que la superpotencia ha accedido a firmar un convenio para utilizar la base como centro logístico que brinde apoyo a sus operaciones en la región, relegando la base británica en las Islas Malvinas.

Por un lado, este acuerdo refuerza el respaldo de Estados Unidos a Argentina y a esta nueva base en Ushuaia, en lugar de recurrir a los centros logísticos marinos del Reino Unido en las Islas del Atlántico Sur. Por otro lado, envía una clara señal diplomática contra la influencia china en el país. Desde 2022, China ha estado impulsando la construcción de un puerto militar en Tierra del Fuego, con el objetivo de monitorear el paso bioceánico y establecer un enclave estratégico en las puertas de la Antártida.

La jefa del Comando Sur ya había alertado sobre las intenciones chinas en la provincia más austral del país, resaltando la importancia de impedirlo. En este contexto, el gobernador Gustavo Melella había entregado la soberanía de su provincia para permitir la construcción de una base naval china. Sin embargo, la creación de una base naval argentina con apoyo estadounidense en la misma zona geográfica anula las pretensiones de China en la región.

Este movimiento no solo detiene el avance chino en Argentina, sino que también reduce la influencia del Reino Unido en la región, otorgando un papel preponderante a una base naval en territorio continental argentino. En su discurso, el presidente Milei destacó la importancia de desarrollar alianzas estratégicas con países afines, como Estados Unidos, para defender la soberanía nacional y abordar los desafíos globales.

El presidente estuvo acompañado por altos funcionarios del gobierno y los jefes de las Fuerzas Armadas, subrayando el respaldo institucional a esta decisión estratégica.

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