El enfrentamiento entre Javier Milei y Luis Barrionuevo ha alcanzado un nivel sin precedentes, con acusaciones de traición y maniobras para el control del sindicato gastronómico. Milei busca desplazar a Barrionuevo del liderazgo de la federación nacional de gastronómicos, un golpe significativo para el poder sindical del líder gremial.

La relación entre ambos se ha deteriorado rápidamente, con Milei acusando a Barrionuevo de "doble traición". La primera traición se refiere al retiro del apoyo de Barrionuevo hacia el libertario en el ballotage, después de haberlo respaldado en la primera vuelta. La segunda traición se relaciona con el incumplimiento de Barrionuevo de armonizar la relación del Gobierno con la CGT, promesa que había hecho al inicio del gobierno de Milei.

La intervención del gobierno en la disputa por el control del sindicato de la Capital, que benefició a un rival de Barrionuevo, exacerbó las tensiones entre ambos. Milei ahora busca ampliar su ofensiva contra Barrionuevo, utilizando su influencia para debilitar el poder sindical del líder gastronómico.

El respaldo de Milei a Dante Camaño, quien disputa el liderazgo de la seccional Ciudad de Buenos Aires con Barrionuevo, es parte de esta estrategia para minar el poder del líder sindical. La intervención del gobierno en favor de Camaño, justo antes del paro general convocado por la CGT, agrega un nuevo elemento de conflicto en esta disputa sindical.

La decisión de Barrionuevo de intervenir nuevamente la seccional porteña es interpretada como una respuesta a la agresión percibida por parte de Milei. Sin embargo, cerca del líder gastronómico muestran confianza en la solidez legal de su posición sindical y especulan sobre posibles intentos de influencia política de Milei sobre la Corte Suprema en la disputa por la elección de 2021 en la seccional porteña.

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