En la noche del viernes, en plena veda electoral previa al balotaje en Argentina, el candidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei, acudió al Teatro Colón junto a su novia, Fátima Florez, para presenciar la ópera "Madama Butterfly". Sin embargo, la presencia del líder libertario desató una polémica que se hizo eco en las redes sociales.

Durante la primera parte de la ópera, todo transcurrió con normalidad. Sin embargo, entre el primer y segundo acto, algunos asistentes notaron la presencia de Milei en uno de los palcos y expresaron su rechazo con cánticos que rezaban: “Milei, basura, vos sos la dictadura”. Además, se produjeron abucheos por parte de ciertos sectores del público.

La tensión aumentó cuando algunos presentes entonaron la marcha peronista, acompañada por el sonido de un violín que, según se informa, provenía de un músico de la orquesta de la obra que se encontraba tras el telón. En medio de este tenso momento, Milei se enfocó en estrechar manos y recibir apoyo de aquellos que se acercaron a su palco.

El enfrentamiento entre quienes apoyaban al candidato y quienes lo repudiaban generó un clima tenso que llevó a la postergación del segundo acto por al menos 10 minutos. A pesar de los disturbios, la obra concluyó sin mayores problemas, pero las repercusiones se extendieron en las redes sociales, donde se compartieron videos desde distintos ángulos del Teatro Colón.

Javier Milei optó por no hacer declaraciones directas sobre el incidente, limitándose a compartir en sus redes sociales muestras de apoyo recibidas. Por otro lado, Patricia Bullrich, a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), expresó su repudio a los abucheos, calificándolo como una muestra de intolerancia y decadencia.

Las reacciones no se hicieron esperar, y el director del Teatro Colón, Jorge Telerman, rompió el silencio. En declaraciones a radio Mitre, Telerman aclaró que el incidente duró apenas dos minutos y repudió las expresiones de intolerancia, destacando que fue una manifestación espontánea. Además, reveló que Milei se quedó al menos 20 minutos más después de la obra haciéndose selfies, mientras sus asistentes estaban presentes por si surgía alguna adversidad.

El episodio en el Teatro Colón, más allá de la polémica política, pone de manifiesto la compleja relación entre el arte y la política en el contexto electoral argentino.