Este miércoles, una gran movilización en contra de la Ley de Bases y el paquete fiscal se lleva a cabo en la Plaza del Congreso, convocada por agrupaciones sociales, dirigentes políticos y gremiales. La protesta comenzó a las 9 de la mañana y se espera que se extienda durante todo el debate en el Senado.

El proyecto, impulsado por el oficialismo y que ya obtuvo media sanción en Diputados, ha generado un amplio rechazo. La campaña #FrenemosLaLey incluye una vigilia que comenzó el martes por la noche en las afueras del Parlamento legislativo, con la participación de funcionarios bonaerenses, legisladores, dirigentes y militantes de Unión por la Patria.

Gabriel Katopodis, ministro de Obras Públicas bonaerense, criticó la ley como "oscura, llena de negocios" y participó en una radio abierta junto a sus compañeros de gabinete provincial Andrés Larroque y Cristina Álvarez Rodríguez. También estuvieron presentes el ex jefe de gabinete Agustín Rossi, el diputado Leopoldo Moreau y la legisladora Victoria Montenegro. "El Presidente está avanzando hacia el abismo", declaró Larroque, mientras que Álvarez Rodríguez advirtió que "nueve de cada diez mujeres no van a poder jubilarse" con esta ley.

El gobernador Axel Kicillof prometió participar de la movilización junto con intendentes opositores del Conurbano bonaerense. Estarán presentes muchas agrupaciones como La Cámpora, Nuevo Encuentro, El País es el Otro y la Corriente Nacional de la Militancia, que han estado difundiendo la convocatoria.

Aunque la CGT no logró consenso suficiente para convocar de manera oficial, sus gremios más combativos, como los camioneros de Pablo Moyano, los bancarios de Sergio Palazzo, los metalúrgicos de Abel Furlán y el Smata de Paco Manrique, estarán presentes. También se movilizarán las dos CTA con gremios docentes y estatales.

La protesta incluirá a muchas organizaciones sociales y partidos de izquierda, reflejando el amplio malestar en la sociedad frente al ajuste económico del gobierno de Javier Milei. El oficialismo enfrenta la posibilidad de un nuevo revés parlamentario que podría ser un duro golpe político si la ley no es aprobada.