El lunes será un día de anuncios. El Gobierno y el FMI están trabajando arduamente en una flexibilización de las metas fiscales. La guerra de Ucrania y la sequía son factores clave en las bajas reservas del Banco Central. Las metas previstas para el 2023 – tanto las trimestrales como las anuales- están lejos de ser cumplidas y es por eso que el FMI se reúne con el Gobierno para buscar consensos. 

Los nuevos anuncios vendrán de la mano de una buena noticia para el acuerdo con el FMI: se cumplieron las metas previstas para el último trimestre del 2022. Una racha que no se repetiría este 2023, no al menos con las metas fijadas, las cuales no previeron el conflicto en Ucrania ni la sequía, dos elementos desestabilizadores. Se planean desembolsar u$s 4.000 millones para las reservas del BCRA.

Al respecto, habló el ministro Sergio Massa: "El programa tiene como objetivos para este año, el orden fiscal, la acumulación de reservas y la programación monetaria ordenada. El consenso con el FMI es que es mejor adecuar la programación del trabajo del año desde el inicio para dar previsibilidad y no tener que hacer wavers durante el año",.

Luego agregó: "El objetivo es ser realistas y previsibles para que el programa sea de verdad un ordenador y no un papel en el aire que no se cumple.La guerra y la sequía juegan un papel en nuestra economía y es mejor afrontarlo poniendo objetivos alcanzables para no estar corrigiendo cada trimestre".