Luego de que este martes se conociera la noticia de que el diario tandilense Nueva Era cerrara sus puertas luego de 102 años de historia, medios de dicha ciudad indicaron que "la empresa no comunicó la decisión a los periodistas que trabajaban en la Redacción, quienes se anoticiaron a raíz de versiones que circulaban en la calle", por lo que "el Sindicato de Prensa de Tandil y Azul se declara en estado de alerta y movilización, en acompañamiento y solidaridad con los trabajadores y trabajadoras del medio que ya padecen, desde hace años, un incumplimiento sistemático del convenio colectivo de trabajo y de todos los acuerdos paritarios".

Este miércoles, el periodista de Nueva Era Gerardo Goldberg dialogó con Un Cacho de Mañana de la FM 98Pop y contó la situación que les toca atravesar a los cuatro trabajadores de prensa del medio, quienes ayer recibieron los telegramas de despido y se preparan para una audiencia que se llevará a cabo este jueves en el Ministerio de Trabajo.

Goldberg comentó que los periodistas "no sabíamos absolutamente nada. Los trabajadores gráficos, en cambio, estaban al tanto de la situación y afirmó que "con todos ellos arreglaron".

"Era sabido desde hace dos décadas que en algún momento esto iba a llegar. Si el diario seguía saliendo era gracias a la buena voluntad de los trabajadores. Con toda esta situación  el diario siguió saliendo. El rumor era que siempre estaba a punto de cerrar, pero nunca se daba. Nosotros nos enteramos de que posiblemente iba a salir la ultima edición del diario papel (el medio también tiene un sitio web) casi de carambola, porque un canillita le contó a un periodista de otro medio", indicó.

Entonces, ese fue el momento donde "hablamos con los dueños, nos tuvieron dos horas, y efectivamente nos dijeron que iba a dejar de salir en papel, y que respecto al cierre definitivamente todavía no estaba definido. Finalmente nos enteramos que el lunes era la última edición del diario papel. Cuando consultamos nuevamente a los gráficos, ahí nos confirmaron que ellos ya habían arreglado la renuncia y la jubilación. Todos sabían que el diario cerraba menos los periodistas", se lamentó.

Asimismo, añadió que "el martes, después de haber salido la última edición del diario, quisimos empezar a cargar en la página, pero había un cartel que decía ''estamos actualizando''. Ahí empezaron a llegar los telegramas".

"El lunes nos presentamos a trabajar con representantes del Ministerio de Trabajo para pedir explicaciones de cómo íbamos a seguir pero no había ningún directivo en la empresa, por lo que se labró un acta y se pactó una audiencia para el jueves a las 10", cerró.