Las mochilas no llegaron solas, fueron donadas con todo lo necesario para comenzar las clases y más también. En cada kit podían palparse sentimientos, deseos y hasta aparecía alguna sorpresita personal que hizo que el "Proyecto Mochi" cambiara la perspectiva de lo que es sencillamente la solidaridad.

"Cada cual armó una mochi cargada de cosas personales, como si se la prepara a su hijo", asegura Inés Creimer, una de las impulsoras de esta propuesta que comenzó en Ramos Mejía en 2016, pero que este año se replicó en nuestra ciudad.

"Proyecto Mochi" nació como una propuesta solidaria, pero terminó poniendo en valor la esperanza, el amor y la ilusión por el comienzo de clases. "Nos encontramos con esa mochila que tiene la misma carga que cuando uno la arma para un hijo", esa fue la mayor sorpresa para las impulsoras de la iniciativa.

A las pocas horas de haber lanzado la campaña vía Facebook, los mensajes llegaron de a decenas. "Fue impresionante ver eso". En cuestión de días, la Biblioteca Del Otro del Arbol que funciona en el Parque Helios Eseverri se inundó de mochilas, útiles escolares, calzado y hasta kits bucales; además de regalitos personales que muchos de quienes donaron quisieron sumar a la propuesta.

A los objetos se incorporaron las intenciones, los deseos y el amor... como el caso de un par de zapatillas infantiles que tenían una carta que decía: "que estas zapatillas te sirvan para correr, jugar y hacer amigos". O aquella nota dentro de una mochila que hablaba de la importancia de ir a la escuela para ser parte de un futuro mejor. También vinieron con algún que otro peluche, o colitas para el cabello. "No teníamos una perspectiva clara de cómo iba a resultar esta propuesta, no sabíamos la dimensión, pero lo que más superó nuestras expectativas es eso: la intención de la gente", dice ahora Inés, quien tomó la posta del proyecto junto con Diana Briscioli.

La dedicación en el armado de esa mochila, el amor puesto en cada cosa que estaba dentro, las cartas, los mensajes... "nos encontramos con esa clase de mochila y realmente fue emocionante. Son mensajes anónimos, la gente no sabe a quién va a ir dirigida esa mochila, solamente sabe si es nena o nene, pero nada más. Y sin embargo, preparó las cosas pensando en esa persona, en qué cosas podrían gustarle, en cómo podía usar lo que venía dentro".

Sumar

El Proyecto Mochi tiene como objetivo llegar con kits escolares a aquellos niños y niñas en situación de vulnerabilidad, que tengan lo necesario para comenzar las clases y así lograr un acceso más igualitario a la educación.

En principio, Inés y Diana acudieron a un comedor de nuestra ciudad a ofrecer esta propuesta para que sea destinatario de las donaciones. Con el tiempo, y viendo que se sumaron más mochilas, extendieron a otros comedores y merenderos de la ciudad.

En total, buscan entregar 200 kits escolares, de los cuales hasta el momento contabilizan en 113. Por eso es que mañana lunes, la sede de la Biblioteca "Del Otro Lado del Arbol" reabrirá sus puertas a las 8.30 para recibir a quienes quieran sumarse y donar.

"Estamos pidiendo más mochilas y cuadernos de tapa dura, además de todo lo que puedan ir incorporando", explica Inés. También el calzado, algo que se agregó luego de que el Municipio anunciara la entrega de kits escolares a alumnos de escuelas públicas.

Es que en medio de la colecta, el Proyecto Mochi cambió su objeto, aunque no su objetivo. "En vez de útiles, empezamos a pedir calzado y guardapolvo, que es otra necesidad que tienen muchos chicos. Pero nos encontramos con que empezamos a recibir el calzado o el guardapolvo y también la mochila. La gente no cambio, sino que sumó".

De todas maneras, empezaron a llegar útiles o objetos sueltos, por lo que la mochila es algo que todavía continúan pidiendo así "podemos igualar a todos".

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