Daniela Alvarez, oriunda de Sierras Bayas, vivió gran parte de sus 41 años de vida padeciendo de vitíligo, psoriasis, asma, rinitis alérgica y artrosis psoriásica. Luego de pasar por incontables tratamientos médicos encontró en el cannabis medicinal una salida para mejorar su calidad de vida.

Desde los 8 años de edad sufre de psoriasis, una enfermedad crónica de la piel que evoluciona en forma de brotes provocando un cierto quemor y picor. "En aquella época no se sabía muy bien lo que era. Hice cantidad de tratamientos con cremas hasta que más grande pude hacer tratamiento con metotrexato, un medicamento muy fuerte que te sirve y te limpia bastante, pero te afecta a los órganos", señaló Daniela.

La situación empeoraría años más tarde cuando le detectaron asma y su consecuente rinitis alérgica. "Hice tratamientos con tres paf por día y cantidad de remedios", comentó.

Su calidad de vida era muy mala ya que, debido a estas patologías, había noches en las que no podía conciliar el sueño. "Con la psoriasis se te escama la piel, te pones nerviosa, te agarra calor con la sábana y no podés dormir, todo eso te lleva a estar mal durante el día porque no podés descansar".

Incluso llegó a padecer enormes dificultades para realizar su trabajo. En este sentido, Álvarez afirmó que "yo tengo un negocio por lo que estoy todo el día con la computadora, entonces llegó un momento en donde no aguantaba más el dolor en las manos y en las muñecas".

Luego de intentar con cientos de medicamentos, Daniela se acercó a una médica naturista que le recomendó el uso de cannabis. Si bien en comunicación con otros enfermos de psoriasis ya había escuchado de esta metodología, admitió que "siempre lo veía como una droga y pensaba que la gente que lo consumía estaba loca, pero decidí probar".

El doctor Enrique Bintana, quien trabaja desde hace algunos años con tratamiento cannábico en la clínica María Auxiliadora, es quien lleva adelante el tratamiento de Daniela hace más de un año y medio. "Yo lo que tomo es tintura de cannabis, de todos los remedios que tomaba, que eran más de 10, ahora no tomó ninguno. Lo único que tomo son 3 gotas de cannabis a la mañana y 3 a la noche".

"Yo no podía hacer actividad física y ahora voy al gimnasio. Hago prácticamente todo, salgo a andar en bicicleta y antes no podía hacer nada porque me dolían las rodillas, los pies, todo", sentenció.

Según su experiencia, la mejora en su vida diaria se dio muy rápido. "Al tercer día de tomar las gotas me di cuenta que me hacía bien porque pude descansar, no me dolían las articulaciones entonces pude dormir".

Incluso se produjeron avances que no eran esperados. "Mejoré con el vitíligo, algo que no estaba en tratamiento. Antes tenía toda la piel manchada de blanco y ahora tengo todos puntitos de que me está volviendo la pigmentación en la piel".

Sin embargo, las preocupaciones retornaron hace poco tiempo cuando dio positivo de Covid-19. "Tenía mucho miedo por el asma, pero solo tuve un cansancio normal, un día tuve un poquito de tos, pero nada más. En otro momento no se cómo me hubiera ido, porque si ya estaba tosiendo en mi vida diaria no quiero imaginarme con coronavirus".

Aunque, entre risas comentó que la única contra que le encontró al uso de cannabis medicinal es que "te abre mucho el apetito".

Consultas

Mucha gente de todos lados se acerca a preguntarle sobre su experiencia y los resultados obtenidos. "Primero les digo que se acerquen a un médico, hay algunos que me dicen que están tomando y no les funciona y quizás no es eso lo que tienen que tomar".

"Hay muchas personas que, en estas enfermedades que no tienen cura, te quieren vender cannabis que no conoces su procedencia o cualquier cosa. Te hacen creer te vas a curar y te están haciendo re mal", aseveró Daniela.

En cuanto a la manera de obtener el cannabis medicinal aseguró que "me han ofrecido desde muchos lugares porque es un negocio también, pero yo siempre compro en María Auxiliadora".

Y agregó: "Ni siquiera con la pandemia me quedé sin remedios, yo al ser de Sierras Bayas mandaba a buscar 3 frascos para tener y nunca hubo problemas".

Proyecto de ley

Este miércoles, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, presentó un proyecto para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, ocasión en la que expresó que la iniciativa apunta a generar un "mejor acceso a la salud" con una "oferta nacional de un producto de calidad y validado" de fuerte impacto social y económico.

La iniciativa fue pensada con el objetivo de desarrollar una cadena que tendrá incidencia positiva en el empleo, las exportaciones, el desarrollo federal y el acceso a la salud, dijeron fuentes oficiales.

Los informantes añadieron que Argentina tiene una enorme oportunidad para ser un líder regional en este punto, dadas sus capacidades agropecuarias y su entramado científico y tecnológico.

Desde el plano económico, el desarrollo de esta industria puede generar para 2025 unos 10.000 nuevos empleos, unos 500 millones de dólares en ventas anuales al mercado interno y otros 50 millones anuales en exportaciones.

El proyecto de ley "Marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial" fue presentado durante un acto en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno

Kulfas dijo en su discurso el Gobierno apunta a generar "mayor conocimiento, actividades intensivas y desarrollo federal", debido a que se trata de una actividad "que se puede desarrollar en muchas provincias del país" y que en el norte puede ofrecer la posibilidad de reconvertir parte del sector tabacalero.

El ministro de Desarrollo Productivo contó que la ley contempla la creación de una Agencia regulatoria "para administrar y fiscalizar la cadena productiva" y que otorgará "autorizaciones para la comercialización interna y para la exportación".

En cuanto al cannabis medicinal, explicó que el objetivo es el desarrollo de la cadena con uso medicinal y fisioterapéutico mediante un marco regulatorio para regularizar proyectos que hoy existen y poder complementar la ley 27.350.

Mientras que, en relación al cáñamo, resaltó que el objetivo central es "permitir el desarrollo de esta industria, que es una variedad específica con baja concentración de THC no psicoactivo" para impulsar su uso como insumo para varios sectores productivos, fibras textiles, ropa y calzado, cosméticos, materiales para la construcción y papel, y "legalizar su producción excluyendo del listado de estupefacientes".