El Bioparque La Máxima cuenta con sus primeros bancos ecológicos que se ubican en el sector de la calesita del Grupo Ilusiones. Se trata de una nueva iniciativa de la agrupación "Corazones de barro" con el objetivo de seguir generando conciencia sobre el reciclado y el cuidado del medio ambiente.

La propuesta se enmarcó en una serie de actividades que desde "Corazones de barro" vienen realizando en la ciudad. Durante todo este año ofrecieron charlas en escuelas y jardines de infantes, y también llevaron adelante talleres sobre huertas comunitarias agroecológicas.

El objetivo es generar conciencia y apostar por la energía sustentable. En este camino, al proyecto de fabricación de estufas rusas bajo el cual nació esta agrupación solidaria, este año lanzaron los talleres de huertas comunitarias agroecológicas para aquellos que necesiten y quieran aprender. La asociación solidaria ya está trabajando en una huerta del barrio Eucaliptus y propone ofrecer esta herramienta a sociedades de fomento, comedores y merenderos.

Ahora se sumó la construcción de bancos en el Bioparque La Máxima donde la asociación contó con la colaboración de los "guardianes de la naturaleza".

"De esta manera damos un paso más en la generación de conciencia por el reciclado y mostramos que es posible encapsular el plástico para que no contamine y a la vez darle una utilidad", sostuvieron sus integrantes. Además, adelantaron que "se viene la intervención artística de los bancos.

La iniciativa "surgió un poco porque La Máxima es el lugar donde se recepcionan los ecoladrillos entonces la idea nuestra fue que la gente vea cual es la función y para qué pueden servir. Se trata de separar y achicar residuos y de esa manera aportar un granito de arena en la cuestión ambiental", explicó Aldo desde la organización "Corazones de barro".

Además, dijo que la tarea consistió en "darle una utilidad encapsulando los ecoladrillos dentro del cemento para que no lo estropee. El plástico se va degradando con la acción del sol, al estar sellado el sol no pasa".

El ecoladrillo es el primer eslabón de la cadena para reciclar basura. Si todo el mundo lo hace "podemos impulsar un plan de residuos sólidos urbanos que tenemos armado y en dos años estaríamos modificando toda la basura de Olavarría con una 70 familias trabajando en ello", decía Guillermo -también integrante de la agrupación- hace unas semanas a EL POPULAR.

Los ecoladrillos son botellas de plástico limpias, desechables, transparentes, sin etiqueta y con tapa que se rellenan a presión con residuos difícilmente reciclables, limpios y secos. El objetivo es generar material de construcción de bajo costo con el fin de disminuir los desechos contaminantes y el volumen de basura que llega a los vertederos.

Funcionan principalmente como aislantes térmicos, pero también sirven como reemplazo de un ladrillo convencional, como lo van a utilizar en la sede de Corazones de Barro. Las paredes con los ecoladrillos, generalmente, se revisten con barro.

La agrupación Corazones de Barro está integrada por una decena de voluntarios que en la actualidad arma su sede en Azopardo 1961, donde a futuro planean ofrecer capacitaciones sobre diversos temas, siempre observando los preceptos de "la soberanía alimentaria, la bioconstrucción y las energías renovables".

Proyectos

Son varios los proyectos que impulsa "Corazones de barro", una organización solidaria que se dedica a la conservación del medioambiente, a la bioconstrucción y soberanía alimentaria.

Y la construcción de bancos con ecoladrillos es una más de esas propuestas. "En realidad, es una actividad que venimos haciendo desde principios de año, lo empezamos como un proceso de toma de conciencia a través de la educación con distintas charlas en colegios y jardines. Esa campaña de ir a los colegios y explicarles a los chicos cómo se hacían los eco ladrillos fue súper importante", contó Aldo desde "Corazones de barro".

Por otra parte, con el correr de las semanas fueron sumándose cantidad de ecoladrillos que la gente fue a dejar al punto central donde se recolectan, que es en La Máxima. Ahora, "la proyección para el próximo años es seguir concientizando y haciendo tareas con ecoladrillos", sostuvo Aldo.

Para 2020, la organización solidaria trabaja en un proyecto más amplio y organizado a partir de reuniones que comenzaron a tener con el área de Desarrollo Sustentable del Municipio con la idea de "darle un sentido a este trabajo de ecoladrillos". Se trata de "una segunda etapa que pretende concientizar masivamente sobre la buena separación de residuos domiciliarios".

Otra de las actividades que impulsa desde este año "Corazones de barro" son las huertas particulares encuadradas dentro de un plan de economía popular solidaria. "Estamos trabajando en cuatro huertas a partir de talleres y allí enseñamos a plantar distintas especies para que cada una pueda producir cosas diferentes", apuntó Aldo.

Así, una tercera para de esta economía popular sería "poder armas un taller de elaboración de dulces, conservas y frutas para poder ofrecer estos productos en ferias y demás. También entre ellos podrán hacer una especie de trueque porque producirán cosas distintas".

Por ahora, el objetivo principal es "sumar voluntades para que la comunidad tome conciencia de la importancia del cuidado del medio ambiente. Que cada uno desde su lugar pueda hacerse cargo de los residuos que genera".