Josefina Bargas

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@JosefinaB

Ezequiel Galli espera repetir la victoria de las Primarias, retener el Municipio y posicionarse como figura de un macrismo en retroceso. Federico Aguilera, tras el refuerzo que el lunes significó el acto de Alberto Fernández en Pueblo Nuevo, aspira a dar el batacazo y quedarse con la intendencia. Cualquiera que gane no podrá mostrar amplio margen: se esperan pocos puntos de diferencia entre el primero y el segundo.

Lo que dejaron las PASO

En agosto, un 77% del electorado local participó de los comicios para cargos municipales. La victoria fue de JxC que superó los 26 mil votos para llegar al 36,33%.

El segundo lugar fue para el FdT que se acercó a los 24 mil votos y llegó a 32,7%. Era esperado el posicionamiento. Por fuera del entorno inmediato del candidato, sorprendió que sólo fueran 2.600 votos de diferencia: 3,5 puntos. El objetivo -hacia adentro- en este frente era retener los casi 30 puntos que habían logrado en las Legislativas de 2017. Lo superaron claramente y se interpretó que un aporte importante para ese resultado fue el voto massista que en Olavarría mantiene arraigo.

Para el ámbito nacional, la victoria en Olavarría fue del FdT: la fórmula Fernández - Fernández alcanzó los 40 puntos y relegó a Macri con buena diferencia. En cuanto a la gobernación, la Primaria mostró victoriosa a María Eugenia Vidal de JxC, pero solamente por 600 votos sobre Axel Kicillof. La proyección para hoy sería que se revierta y el economista -que ya tiene ganada la Provincia- también se imponga en nuestro distrito.

El eseverrismo, que se presentó a través de Consenso Federal, se quedó con el tercer lugar en la competencia por la intendencia. Actuó como una fuerza vecinalista con José Eseverri con intención de volver a encabezar el Municipio. Alcanzó 19,6%, poco más de 14 mil votos. El resultado los mostró con una clara mejoría respecto del resultado que el espacio había obtenido en 2017, pero lejos de la competencia por el Palacio San Martín.

La cuarta fuerza que superó la PASO, tal como se esperaba, fue el FIT que cosechó 1.900 votos para llegar al 2,62%.

A la hora de analizar el resultado local en la comparativa con los votos a presidente y gobernador, el corte fue bastante más alto que en elecciones anteriores, pero aún así no implicó contrastes altos: rondó los 15 puntos en total. En el caso del FdT y del FIT operó de arriba hacia abajo (la fórmula presidencial fue la más votada). En el caso de CF fue al contrario: de abajo hacia arriba (el candidato a intendente fue el más votado). En JxC, el cuerpo central fue el más votado seguido por el último tramo: al igual que en el total provincial -y en gran parte del país- se impuso el rechazo a la gestión de Mauricio Macri.

Estas tendencias cambiaron los sentidos de las campañas. En el oficialismo, Galli buscó municipalizar su discurso y dejó entrever un corte, al que no apeló directamente. En el FdT, Aguilera buscó nacionalizar su mensaje y apelar a Fernández y Kicillof lo más que pudo.

Finalmente, tres de las fuerzas que compitieron por cargos locales en las PASO no superaron el piso del 1,5% y quedaron inhabilitadas para participar hoy.

Impacto

¿Cómo votarán hoy los olavarrienses? ¿Se repetirá el resultado de las PASO? ¿Se profundizará la polarización? ¿Podrá imponerse el Frente de Todos? ¿La tendencia definitoria será el corte de boleta o el arrastre? Muchos de los esfuerzos de los equipos de campaña se destinaron a interpretar la respuesta a esas preguntas. Y a intervenir en el escenario.

Los cálculos y estimaciones incluyen diferencias según la localización del votante. A la franja central de la planta urbana se le atribuye una intención de voto diferente a la del resto de los barrios. Los circuitos 711D, 711E y 711C son los más grandes y donde más trabajo de captación se destinó, pero en un contexto de pelea voto a voto, con poca diferencia, nada se dejó al azar. Los últimos días de campaña, con actos más o menos rimbombantes, incluyeron la tarea fina de búsqueda de los indecisos. La apelación al "voto boleta completa" de los principales dirigentes del FdT en Olavarría apuntó en el mismo sentido.

El antecedente reciente, que también se dio en un escenario de polarización, mostró a la fuerza que salió segunda en claro ascenso desde las PASO hacia la General. Fue en 2015 cuando el arrastre de Cambiemos desde Provincia y Nación dejó a Ezequiel Galli en la intendencia de Olavarría. En ese caso, la tercera fuerza perdió varios puntos de agosto a octubre, aumentó la participación y se redujo el voto en blanco. Todo operó en favor del macrismo hace cuatro años.

Con varios aspectos en común, el escenario podría ser el mismo esta vez, pero en favor de la ola celeste que podría quedarse con Olavarría. Sin embargo, en aquella oportunidad se sumaba un elemento que hoy no pareciera registrarse: había también un componente de rechazo al entonces jefe comunal -Eseverri- que buscaba la reelección.

Este último aspecto, sumado al esperado aumento de participación con un electorado afín a JxC permiten al oficialismo mantener altas esperanzas de retener el Municipio en amarillo.

La fiscalización es otra de las claves para el resultado: las principales fuerzan apuestan al conteo uno por uno de los sufragios. Especialmente, así lo dejaron saber el presidente Macri y la gobernadora Vidal que, además de explicitarlo, hicieron importantes ajustes en los equipos.

JxC parece haber tenido problemas en toda la provincia en las PASO y Olavarría no fue la excepción. En el caso local, la capacitación interna de los fiscales se inició casi al mismo tiempo de la campaña oficial en julio y fue sostenida a lo largo de estos tres meses. De manera extraoficial, trascendió que se detectaron problemas en la fiscalización en las localidades en agosto y que para las elecciones de hoy hubo varios cambios.

La mayoría de los electores tiene a esta altura su voto decidido. El mapa político local que comenzó a redefinirse el 11 de agosto dejará para la noche de hoy un trazo firme que depositará las expectativas de la ciudadanía en diciembre. Más allá de los resultados, cada jornada electoral es una alegría por sí misma: participar es celebrar la democracia.

Votos "para jugar"

Cuántos son y de dónde saldrán los votos que las fuerzas pretenden sumar es parte central del análisis de los resultados. Hay tres variables principales a tener en cuenta.

Mayor participación. En agosto, 73.600 olavarrienses fueron a votar (77%). Es decir que un poco más de 22.500 electores habilitados no se expresaron en las urnas. Como suele suceder en una elección a cargos ejecutivos, se espera que la participación aumente hoy aunque la proyección más realista se limita a unos 3.300 votantes para alcanzar el 80%.

Los votos en blanco o impugnados. Son los que se definen como "indecisos" y hacia ellos se destina gran parte del trabajo de campaña después de las PASO. En Olavarría, fueron 4.800 los ciudadanos que anularon su voto o no se pronunciaron en la categoría municipal en agosto. Se trata del 6,6% de los votos válidos.

Los votantes de las fuerzas que no superaron las Primarias: 2.100 olavarrienses (2,8% de los votos válidos) eligieron al Nuevo Mas, al Frente Nos y al POT. Esta última agrupación -que sacó 800 votos- se había expresado en favor de Galli a fines de agosto. ¿Sus votantes atenderán el apoyo que expresó la conducción?