Darío Machado

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Fue en el año 2011 que desde el Municipio de San Miguel, en el noroeste del Gran Buenos Aires, comenzaron a pensar cómo aprovechar la disponibilidad de quienes estaban todo el día en la calle, como remiseros y colectiveros, para ser colaboradores a la hora de la prevención en seguridad.

Fue la aparición de Whastapp, una aplicación para celulares de comunicación masiva, de fácil uso y que no generaba mayores gastos ni para las arcas municipales ni para los usuarios, lo que permitió que comenzara a implementarse una herramienta donde el eje central está puesto en la colaboración de los vecinos.

Se trata de Ojos en Alerta, una aplicación que permite dar aviso a las fuerzas de seguridad, detectar y prevenir los delitos que suceden a diario. Este año comenzó a trascender la frontera de la ciudad que la vio nacer, y llegó a Ciudad de Buenos Aires y Escobar.

Además, semanalmente "entre 3 y 5 municipios de la provincia y de todo el país, visitan San Miguel para conocer más sobre el programa y replicarlo en sus ciudades". Entre ellas se encuentra Olavarría, desde donde funcionarios de seguridad han participado de varios encuentros para conocer el sistema y, en el mediano a corto plazo, implementarlo a nivel local.

"El 80 por ciento de mensajes que recibimos son de prevención. Nosotros en San Miguel tenemos más de 22 mil personas que lo usan, que están inscriptas y capacitadas, y tenemos alrededor de entre 30 y 40 mensajes por día. Eso da alrededor de mil mensajes por mes", resaltó el secretario de Asuntos Públicos de San Miguel, Cristian Méndez.

En una entrevista con EL POPULAR, Méndez, creador del proyecto, repasó como fue su origen, la respuesta de los vecinos y la modalidad de implementación que, a su manera de ver, hace que la comunidad reciba con buena predisposición Ojos en Alerta. "El vecino siente que es parte de algo y ayuda a la gente, eso es lo importante, que el vecino se sienta parte de la solución".

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