En una charla en la que era inevitable hablar de la pandemia por el coronavirus, sus consecuencias y lo que puede pasar en el futuro, el secretario general del CECO Miguel Santellán habló largo y tendido, haciendo un análisis de la actual situación, justamente cuando el Centro Empleados de Comercio cumple un nuevo aniversario. Esto fue lo que dijo:

¿Cómo está transitando el CECO esta época de pandemia, desde lo institucional?

Estamos dentro de las normas que se necesitan en esta emergencia. Tratamos de ponernos a disposición de las autoridades competentes, de Olavarría, La Madrid y Laprida, y cumplir con las normas que se dictan para luchar codo a codo con los que realmente saben lo que hay que hacer, que son los médicos y los infectólogos. Hemos adoptado esa posición para ayudar y ayudarnos, cumpliendo las cuarentenas y cumpliendo los pasos que marcó el gobierno nacional, provincial y municipal. Estamos en un nuevo aniversario en una situación que paraliza al mundo. El libre mercado, la globalización, los expertos en economía y en tecnología, terminan rindiéndose al jabón, el agua, la lavandina y la máquina de coser para hacer barbijos. No sé si rindiéndose, pero sí volviendo a las fuentes y esto marca un camino en definitiva. Algo nos está diciendo.

¿Cuánto ha afectado hasta el momento al comercio este sogazo de la pandemia, y cómo se puede llegar a salir de esta situación?

Mucho ha afectado. Hoy la preocupación más grande es conservar las fuentes de trabajo y ver cómo podemos ayudar a los pequeños y medianos comerciantes que son los mayores dadores de empleo en la rama comercio, ver cómo hacer para que ellos y sus empleados tengan la tranquilidad del salario y del trabajo, que es lo que se necesita. Muy preocupados estamos, pensando para adelante para ver lo que va a ocurrir. Uno se tiene que poner receptivo para resolver las cosas, ya que si nos negamos a la situación real vamos a tener más problemas.

¿En este tiempo, cuáles fueron las consultas e inquietudes y también los miedos de los afiliados?

Tomamos las reglas del caso y lo primero que hicimos fue armar un sistema de información constante al afiliado de todo lo que salía en cuanto a advertencias y resoluciones, así como las normas para enfrentar al coronavirus. De ahí creamos un departamento donde empezamos a enviar a los propios comerciantes la posibilidad de ayudarlos a entender y a asumir la situación, además de adherir a los beneficios que les daba el gobierno nacional para llevar adelante este mal momento. Tenemos una mesa de profesionales que los asesora gratuitamente a todo aquel empresario que no tenga asesoramiento y les damos las pautas para que pueda paliar esta situación, dentro de las normas y de lo que dicen las leyes.

*Disposiciones del CECO frente a la pandemia del coronavirus

¿Respecto de las fuentes de trabajo, en qué porcentaje se pueden terminar varias de ellas?

En esta situación, sí. No hicimos relevamiento y tampoco hubo despidos porque están prohibidos por decreto. El esfuerzo que está haciendo el Estado es para no perder fuentes de trabajo. Eso estaría cubierto, pero indudablemente va a haber bajas de empleo porque habrá pequeñas y medianas empresas que no van a aguantar. A ellas tenemos que respaldar para subsistir y mantener las fuentes de trabajo. Ni hablar del trabajo informal. Por eso digo que tendremos que rever esta situación. Hay dos graves problemas además de la pandemia: el tema climático, que todavía nos hacemos los distraídos ya que mandamos discursos pero no movemos y es gravísimo, y el tema de la desigualdad en el mundo. La humanidad no puede vivir en sociedad con semejante disparidad. Que tan pocos tengan tanto, y que tantos carezcan de lo mínimo e indispensable para vivir. No hablamos de comunismo, sino de equidad, de solidaridad y de hacer en una sociedad universal que es el mundo, una mejor vida para todos. O por lo menos tener un piso que sea digno para todos y de ahí para arriba vemos, pero para eso hay que poner un techo allá arriba, y que si a partir de ahí sigue creciendo que sea para repartir.

¿Desde 1984 está como secretario general del CECO, y esta fue la peor crisis que le tocó afrontar como dirigente?

Esta es la crisis más grande porque fue universal. Hubo varias crisis antes que fueron sectorizadas, pero esta barrió al mundo porque está conectado. Todos viajan para todos lados. Habría que ver cuánta gente vive en el aire y eso ha facilitado esta pandemia. Ahora habrá que rever estas cuestiones. Pandemias habrá más. No hay mercado ni tecnología que pueda detener este tipo de enfermedades. Hay que pensar al mundo de otra forma. Mi mundo es Olavarría y hay que pensarla de otra manera, como a la provincia, el país, Latinoamérica y el resto. Habrá que ver la tecnología, porque mientras el mundo se paralizó la tecnología se potenció, y ese es el futuro. Ahora, en ese futuro, ¿cómo va a ser el reparto?, ¿quién se va a llevar las mieles de la tecnología?. Hay que ver cómo se va a repartir esas riquezas medianamente equitativas para que todos tengan lo mínimo para vivir bien.