Gabriel Guevara (50 años) es la cara visible de la panadería Don Vicente, en la avenida principal de Sierra Chica, la Pedro Iriart Legorburu, a unos pocos metros del Club Atlético y enfrente de la Unidad Penal Nro. 38. "Hace casi 29 años que tenemos la panadería. Arrancaron mi papá (Néstor Oscar) y mamá (Aída Rosa Roldán, fallecida) y yo. La fuimos luchando bastante y salimos adelante, para llegar a este momento que estamos viviendo actualmente que es muy difícil, pero logramos lo que queríamos que es tener una hermosa panadería. Si bien estoy al frente, mi papá también está conmigo, por supuesto. Hemos logrado mucho, laburando mucho también" comenzó contando Gaby, sin dejar de atender a todos los clientes que cerca del mediodía iban entrando y se llevaban empanadas -de la nueva tanda-, recién hechas, bien calentitas, de jamón y queso y de carne picada, que estaban sobre el mostrador.

"Estamos trabajando bien. Yo hace doce años, cuando falleció mi mamá, que estoy al frente de la panadería y estoy con mi hermano Gustavo (ex futbolista de Racing Atletic Club), que se sumó hace unos ocho o nueve años. No pensábamos lograr tanto, pero es "la" panadería de Sierra Chica pero también de muchos clientes del partido de Olavarría, ya que vienen de las otras localidades y tenemos un gran reparto en la ciudad. Hay mucha clientela, porque tenemos sucursal ("es panadería Las Rosas, en Alberdi y Sarmiento, donde está mi sobrino Lautaro, y le pusimos ese nombre por mi mamá", dice) y hay mucha gente que nos compra. Hicimos una diferencia para poder vender mucho, insistiendo con buen precio primero y con calidad. A veces se puede fallar un día, y a eso te lo pueden decir todos los panaderos, porque uno no está adentro de la bolsa de harina. Vino un poco mala y el pan no es el ideal. Uno compra bueno, por supuesto. También hay margarina que cuesta 1.200 pesos la caja, y otra que vale 600 pero también es muy buena, y la bolsa de harina tres ceros está a un promedio de 680 pesos, o tal vez 700/720" siguió contando Guevara, atento a todos los detalles, recibiendo a proveedores, mientras contaba la historia de esta panadería que encierra mucha historia.

"Nuestro fuerte es el pan, con maquinaria de primera, tenemos una maquinaria de primer nivel y eso ayuda para hacer pan de gran calidad. El miñón es lo que más se vende, lo mismo que la flauta y la galleta de campo, redondita; o el felipe si lo encargan para hacer choripanes. Antes hacíamos con el horno a leña, hasta hace siete años porque luego no fue rentable. Ahora tenemos dos hornos grandes, rotativos, y con eso es impresionante para hacer la cantidad que queremos y necesitamos. A mucha gente le gusta el pan artesanal, pero no hay que quedarse en el tiempo y hay que ir detrás de la tecnología. Y además del pan acá hay de todo: postres, facturas, empanadas, sandwiches de miga. La gente, la clientela, está muy contenta, y acá se venden hasta veinte bolsas por día" siguió diciendo Gabriel, explicando detalladamente y mostrando su gran orgullo que es la panadería.

"La clientela que tenemos es por los años de continuidad. Hay mucha gente que me ha ayudado. Al pueblo le agradezco muchísimo. Me abrieron la puerta de sus casas. Don Helios Eseverri (NOTA: en la foto superior, a la derecha, el ex intendente de Olavarría es el que está sobre el triciclo, y están pasando justamente frente a donde hoy está la panadería "Don Vicente") venía todos los domingos, a visitar a su hermana Porota, que vive a la vuelta de donde estamos ahora, y él acá compraba el pan y para fin de año se llevaba el pan dulce. Es que mi papá trabajó muchos años en la panadería Eseverri, en Alvaro Barros y 9 de Julio, con Juan y Huguito, y se conocían mucho también. Son muchos recuerdos de aquella época. Realmente, emocionan" terminó diciendo Gabriel Guevara, quien aclaró que la panadería se llama "Don Vicente, en homenaje a mi abuelo".