En mayo de 2020 se había planteado una situación análoga a la actual, y sus autoridades lanzaron la campaña "Danos una mano" en la búsqueda de productos de limpieza, higiene personal y alimentos no perecederos, dentro de un marco financiero agravado por la pérdida de los 250 mil pesos mensuales que aportaba la casa de juegos.

Un año después la secuencia se repite.

Sin esa liquidez hoy existe un atraso de dos meses en el pago de sueldos a los 9 empleados que tiene el Hogar, y corre serio riesgo esta entidad que le da techo, educación y comida a un grupo de niñas y adolescentes en situación de extrema vulnerabilidad social.

"Justamente hemos salido otra vez a la palestra porque la situación del año pasado a hoy no ha cambiado demasiado. Siempre hemos tenido que trabajar mucho para conseguir los fondos que nos permitieran pagar los sueldos, que es nuestra mayor preocupación" reveló ayer la presidenta de la Sociedad de Beneficencia Hogar de Niñas San José, Ana Spinella.

"La temporada que el bingo estuvo nuevamente cerrado nuestras carencias se marcaron mucho más. Y si bien el bingo ahora está abierto, el primer aporte va aparecer el mes que viene y ya estamos con cierta deuda, por eso salimos a buscar nuevamente la solidaridad de la gente. Por cierto, siempre hemos tenido una muy buena respuesta de la comunidad olavarriense" comentó Spinella.

El 9 de julio saldrá a la venta un locro, se venden pizzas, en agosto bandas olavarrienses harán un recital por streaming a total beneficio de la institución.

"Vamos a intentar todo lo que podamos hacer y que nos signifique un rédito para poder afrontar la difícil situación económico financiera que estamos atravesando" señaló la presidenta del Hogar.

"Nosotros tenemos seis personas que están por el Centro de Empleados de Comercio y tres del equipo técnico, que son psicólogas y asistentes sociales. Debemos mayo, junio, y ahora viene julio con aguinaldo" alertó.

Ana puso de relieve a la buena predisposición de todo el personal ante este complejo panorama.

"Gracias a Dios y a la Virgen santa tenemos un equipo de trabajo fantástico, que durante la pandemia y con todos los protocolos en consideración, nunca han faltado al trabajo, han cumplido con las normas sanitarias, no se han contagiado y ni han contagiado a las nenas, que es lo que nosotras más cuidamos" resaltó.

"Por ellas es el sacrificio y la movilización que hace" en situaciones como esta, dijo. "Nuestras empleadas merecen cobrar los sueldos como corresponde" subrayó Ana Spinella.

La respuesta oficial es escasa y no alcanza para mucho.

"Nosotros desde la Municipalidad estamos recibiendo un subsidio que no es una gran cosa; se pacta en enero y se termina en diciembre".

"Fue pautado con el valor de un sueldo, pero con las paritarias los haberes que se incrementaron y el subsidio quedó en los valores de diciembre pasado, entonces hoy está totalmente desactualizado. Sabemos que ahora nos van a decir que no, porque ya nos dijeron el año pasado cuando también la situación nos apremiaba" mencionó.

"El bingo se cierra y a nosotros se nos derrumba todo el cuadro que tenemos y el proyecto de pagos" enfatizó.

"Venimos reclamando unas becas al organismo de niñez, porque cada una de las niñas cobra una suma, pero no nos alcanza para nada porque el cargo fijo mensual que tenemos de sueldos y cargas sociales es de 620 mil pesos. De becas de las niñas estamos cobrando 169 mil pesos, o sea que hay una diferencia para llegar a los 600 y pico mil pesos" planteó Ana Spinella.

Las niñas llegan al Hogar San José por orden del Servicio Zonal y a través del Juez de Familia. "Nosotros las educamos, las mandamos a la escuela, les damos alimento, recreación y se las atiende psicológicamente".

"Son como nuestras hijas, y la mayoría vienen de situaciones fuertes de vulnerabilidad. Nuestro trabajo ha sido siempre contenerlas, y mostrarles que les estamos dando herramientas para que cuando salgan del Hogar puedan defenderse en la vida; que la vida no es la que ellas conocen, sino que hay otra vida" apuntó Ana.

El Hogar, a través del Juez de Familia, tiende lazos con familias que las requieran en adopción: "Ultimamente hemos dado cinco pequeñas en adopción, dos hermanitas y tres chiquitas más. La sociedad no quiere niñas adolescentes, pero las chiquitas sí".

Ana no abandona una proyección optimista, pero es consciente de que la realidad tiene más adversidades que esperanzas en el futuro cercano.

"Y… nos falta mucho. Todos tendríamos que tirar con los mismos bueyes y a veces esto no sucede. Nos sentimos un poco solas. Creo que desde Desarrollo Social, desde Provincia y desde Nación (aunque nosotros no tenemos nada que ver), por lo que veo, sé, escucho y me informan debería existir una labor más efectiva" reclamó.

"No puede ser que no tuvimos ingresos de las niñas durante la pandemia porque no había colegios. Todo el mundo sabe que estamos hablando de barrios muy vulnerables, y las abogadas nos decían que sin denuncia no podíamos hacer nada. ‘Tienen que empezar a ir a las escuelas y las maestras hacer las denuncias’ nos argumentaban. Es joda esto. A mí me parece que así no se trabaja" opinó.

Ana Spinella describió que son pequeñas que, "a 10 cuadras del arroyo" viven en "condiciones sociales pésimas, el padre sin trabajo, alcohólico o golpeador, la madre con un montón de hijos. Entonces no me digan que hasta que no se abran las escuelas debemos esperar las denuncias. Me parece un horror y nosotras no podemos hacer nada, porque están el servicio zonal y el local para trabajar en eso".

En ese sentido, recordó que muchas de las reparticiones públicas en el último año y medio han trabajado a través del Zoom. "¿Desde sus casas qué pueden ver? Nosotros realmente salimos a las calles. Cada uno hace su trabajo y lo que está a su alcance, pero insisto que todo el sistema está mal, no es cuestión de echarle la culpa a un nombre y a un apellido" cuestionó.

Como una herramienta más para amortiguar el impacto negativo de esta pandemia, las autoridades del Hogar San José han decidido publicar en los perfiles de Facebook e Instagram el CBU del Banco Provincia para recibir donaciones sin piso ni techo.

Sobre esta cuestión, Ana Spinella consideró que "se puede sumar un montón de dinero si todos colaboran un poquito. No importa la cantidad, a nosotros nos va a ayudar muchísimo. Por lo menos para afrontar este mes de julio, y suponemos -Dios ha de querer que así sea- que el bingo empiece a trabajar y con esa gran ayuda se comience a normalizar desde agosto o septiembre".