"El círculo virtuoso está roto porque hay pocos aportantes"
"Hice la escuela primaria en Cáneva y la secundaria inicialmente en Industrial, pero me recibí de perito mercantil en Comercial. En Industrial fue una experiencia por la influencia de mi papá, que tenía un taller en ese momento, le gustaban los fierros, y entonces encaré por ahí. Pero no daba el perfil para nada y pasé a Comercio. Después terminar el secundario empecé a trabajar en la oficina de la Sociedad Rural, en el año ´83 hasta el ´86, como cadete. Y ahí me fui a estudiar a La Plata", recordó.
¿Por qué llegó la elección por abogacía?
Por un tema que me gustaba. No tenía bien en claro el tema, pero la veía como una carrera muy amplia, más allá de que no había una diversificación de carreras como hay actualmente. Tampoco estaba la información de todas, porque había carreras que existían pero no se conocían tanto. Yo la afronté porque quería un estudio para progresar, ya que había probado trabajar y encontraba ciertos límites a lo que yo quería. Fue por eso también que me decidí a estudiar en La Plata. La abogacia siempre me interesó porque es una carrera social sumamente amplia. No sólo forma desde el punto de vista para el trabajo sino también para un punto de vista educativo en todas las áreas, como las sociológicas. Y culturalmente, desde luego, casi generalista. Si bien muchos estudian Derecho también estudian otra carrera, o que tiene otra carrera y también estudia Derecho.
Y después se especializan en una rama determinada...
En realidad, yo en gran parte fui hacia un nicho determinado. Fundamentalmente hago la parte previsional y lo laboral. El tema de litigar constantemente contra el Estado, que es mi especialización, es diferente a las demás ramas, primero porque se trabaja con juzgados federales en Azul y el fuero se desenvuelve de otra manera.
¿Al litigar contra el Estado, el proceso se hace más lento?
En algunas circunstancias, si. Pero hubo una evolución muy grande porque el Estado defiende sus intereses a través de sua abogados de una manera que antes no eran tan así. Yo veo que hoy que defiende sus intereses como se debe, en realidad.
¿En lo previsional, cómo es tu especialidad?
Derecho previsional es muy amplio, desde el punto de vista que está íntimamente conectado con las cuestiones políticas. ¿Por qué?, porque debemos recordar que el sistema previsional rige a las personas desde que nacen hasta que se mueren, es decir porque registran los nacimientos, las asignaciones por nacimiento, registran las defunciones, otorgan jubilaciones y pensiones, hay un montón de prestaciones que se están dando y esto representa más del 50 por ciento del presupuesto nacional. Entonces cada decisión política puede beneficiar o afectar a un montón de gente, máxime cuando se disputen las nuevas leyes como la edad jubilatoria, la cantidad de años que se exigen, si se van a exigir más o menos años. Entonces beneficia a muchos, perjudica a muchos, de modo que tiene que ver mucho qué es lo que se hace a través de las leyes del Congreso. Ahí, íntimamente ligado al tema político por los presupuestos, y por otro lado las malas liquidaciones durante años del Estado respecto del pago a los jubilados que, realmente en un universo de jubilados en el que casi el 70% cobra la mínima, de 25 mil pesos a partir de septiembre, es un poco administrar la pobreza. Hay mucha gente jubilada sin aportes y hay zapateo de aquellos que aportaron 30 años y ganan, por allí, un poquito menos. Ahí se genera una gran injusticia. Todos (los jubilados) deben tener una prestación justa, pero el que aportó debe ganar más.
¿Ahí es donde aparecen los clientes con esa problemática?
La problemática, concretamente y dependiendo del año en que se jubilaron, están mejor o peor jubilados en lo que respecta del haber inicial. Entonces allí se generan los famosos juicios de los jubilados. O más actualmente, aquellos a los que les cobran impuesto a las ganancias. Hubo ahora un aumento muy grande, ya que el año pasado los aumentos jubilatorios se determinaron por decreto y que si hubiesen continuado con la aplicación de la ley de morbilidad hubieran ganado más. Ahí hay otra serie más de juicios. Entonces permanentemente hay cuestiones que solucionar, ya que como hay tantos jubilados y el círculo virtuoso está roto porque hay pocos aportantes, se empieza a generar una distribución despareja. Es como la manta corta, porque se saca de allá y falta acá, ya que los recursos hay que repartirlo entre muchos porque es un sistema solidario, y en definitiva se genera una gran cantidad de gente ganando poco y en estado de pobreza. Esos importes, esos ingresos, corresponden a la pobreza, todo relacionado con la canasta básica. Es decir, con lo que se gana más la inflación imperante es donde generan los desfasajes y se originan los juicios.
¿La reparación histórica reacomodaron en algo la situación?
No, no. Porque se tendría haber hecho una costa justa. Porque si la Corte dice que debe aplicarse un índice determinado y después se aprueba con un índice menor, entonces eso está mal. Y más que nada haciendo renunciar a la gente a un eventual reclamo para lo que le corresponde, porque cuando firmaron la reparación histórica había una cláusula que decía claramente que no va a poder iniciarle juicio al Estado. Entonces se ajustó con un índice más bajo que el que decía la Corte y de alguna manera les decían "si querés hacé juicio, total vas a cobrar más adelante, que te pague la próxima administración". Esto es lo que tiene que ver con la política. Y la injusticia es que la gente se muere esperando que le paguen el juicio. Ese es otro tema más que a los políticos no les importa, es la realidad, porque están en otra sintonía, por eso también sacan leyes de mala calidad y no se puede estar cambiando las reglas de juego permanentemente. Un sistema, para que funcione, requiere que se mire lo laboral y que empiecen a caminar las pymes y que las empresas tomen gente para generar recursos para el sistema previsional, además de la movilidad laboral porque sino la gente llega a la edad jubilatoria y no se quiere jubilar porque cobra monedas y prefiere seguir trabajando, y la gente joven no puede entrar al circuito.