"Estamos instalados en la Avenida Pellegrini desde 1993. Siempre acá. Me gustó porque a los 14 años empecé a estudiar en la Escuela Industrial y me recibí de carpintero mueblero, y luego trabajé unos once o doce años en Carpintería Rossini, a quien le agradezco todo lo que me enseñó. Fueron unos señores carpinteros en Olavarría. Y en el año ´86 me independicé y comencé en un galponcito con las máquinas manuales y alguna máquina de pie que teníamos, y a los pocos años se incorporó mi hermano Jorge. En el comienzo trabajé junto con mi esposa (Adriana Zulaica), quien pegaba los cantos con cemento de contacto, hacíamos esas reparaciones en los bancos que se hacían fuera de horario, y a partir de ahí fue creciendo de a poco la carpintería. Después compramos el terreno de al lado, se hizo más grande y mi hermano Jorge se sumó al poco tiempo, a los dos años, y desde ahí no hemos parado" comenzó contando Raúl Bortolotti (60), quien este martes celebró el Día del Carpintero.

"Estoy trabajando con Jorge y dos empleados. Por suerte, seguimos teniendo trabajo en esta época que es bastante dura" agregó, para señalar que la carpintería tradicional le va dejando espacio a la carpintería rápida, como se llama ahora. "De los viejos carpinteros somos de los pocos que hacemos carpintería tradicional, con maderas elaboradas. Es poco lo que se hace, pero trabajo en las casas rodantes lo que es mi pasión. Si bien económicamente no se hace una gran diferencia o no rinde como un amoblamiento de cocina, pero es algo que me encanta. Es un trabajo muy lindo hacer los muebles para un motorhome. Seguimos en lo tradicional porque hay gente a la que le gusta la madera, aunque los costos están lejos si se los compara con lo estándar o los muebles de melamina o robizio, que es un material alemán", siguió explicando.

"La madera es más cara, por supuesto, aunque en lo tradicional hay que trabajar con maderas buenas que son importadas como boliviana, brasilera y algo que entra de Paraguay, ya que nacional lo único que tenemos es pino. Para aberturas, por ejemplo, no hay maderas buenas nacionales. En lo tradicional hacemos algunas aberturas a pedido del cliente, reciclados también como portones o puertas en pinotea, puertas en cedro paraguayo, boliviano o brasilero que es lo mejor que hay. La mano de obra es la misma con cualquier tipo de madera, pero se encarece por el producto importado que se utiliza", continuó contando Raúl.

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