La semana pasada se desató un conflicto entre la empresa Transportes Malvinas y un trabajador por el desvío de líquidos lixiviados en el Arroyo Tapalqué. El viernes se llevó a cabo una audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde minutos previos se realizó una manifestación por parte de un grupo de empleados en apoyo a su compañero desvinculado.

Lucas Rey, gerente general de Transportes Malvinas, habló esta mañana en Un Cacho de Mañana por la FM 98Pop y manifestó que la acusación hacia la empresa se trata de "un grupo minoritario de empleados que buscan un beneficio personal y no mucho más que eso".

Aseguró que es "una burda e infantil maniobra que lo único que pretende es dañar la imagen de la empresa" y que se realizó con el objetivo de "obtener una restricción contractual para adelantar el cobro de la indemnización del personal".

Respecto al desvío de los líquidos, Rey comentó que "nosotros advertimos esta situación y tomamos todos los recaudos del caso. Hicimos actos de constatación, remediamos a todos los sectores que pudieran haber sido afectados, iniciamos un proceso de investigación interna y lo denunciamos públicamente. ¿Para qué hubiéramos hecho esto si no estuviésemos seguros de lo que estamos haciendo?".

Respecto a la conciliación obligatoria que determinó que el trabajador debía ser reincorporado a sus tareas por 15 días, admitió que le sorprendió la decisión del Ministerio de Trabajo y que no la comparte, aunque "la respetamos". "Tanto la parte gremial como la empresa manifestamos que se trataba de un conflicto individual y no colectivo", explicó.

"Lo único que estamos logrando es poner en riesgo la fuente de trabajo de los compañeros. No vamos a permitir que se manche el nombre de nuestra empresa", señaló.