La empresa salió a flote, más allá de aquellos malos momentos, en base al trabajo que se reanudó. "Nosotros hacemos portones corredizos y levadizos, automatizaciones, también trabajos en acero inoxidable, y la clientela nos respondió siempre y son clientes importantes, ya que continuamente están haciendo obras. Inclusive hemos tomado clientes en Azul, ya que trabajamos para cuatro arquitectos de esa ciudad en lo que es obra de construcción privadas y les hacemos portones, barandas de balcones, rejillas pluviales, etc., así como una rampa hidráulica que hicimos en Olavarría, en la entrada de un edificio. Hay una planta baja para entrar vehículos y una planta alta, y con esa rampa que se eleva y se baja permite ingresar o salir los autos. En Azul tenemos muchos trabajos en viviendas, ya que es una excelente plaza también, y los clientes están muy contentos con lo que venimos haciendo. Gracias a Dios tenemos clientes que no se fijan en el número, sino que me llaman para hacer un trabajo determinado, lo cual da confianza para ir generando alguna inversión para la empresa", agregó Gonzalo.

"¿Lo de Azul?, es algo que apareció y tenemos muchos clientes, lo mismo que en Tres Arroyos, donde hay un country muy lindo y hay mucha gente con gran poder adquisito por el tema del campo, y lo invierten al dinero. Muchos clientes hacen así, invierten. Es que durante la pandemia la gente prefirió invertir el dinero que tenía en su casa, sobre todo cuando el dólar blue fue subiendo tanto. Así que al no poder salir de vacaciones, entonces invirtió ahí. Venimos bien, no tuvimos mayormente contagios en el taller ya que sólo hubo un empleado que tuvo que quedar aislado, y el resto sin problemas. Así que seguimos trabajando mucho y pensando en proyectos", afirmó Gobel.