Desde el miércoles Olavarría se convirtió en noticia a partir del hallazgo de restos fósiles de un gliptodonte por parte de docentes de la Facultad de Ciencias Sociales e investigadores Conicet, en el Salto de Piedra. Pero los trabajos geológicos allí se remontan al 2016 en el marco de una investigación geológica del lugar que el INCUAPA (Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario) llevada adelante desde hace cuatro años. Lo que estudian específicamente es la evolución de la fauna y ambiente de la cuenca del arroyo Tapalqué y es dirigido por el Lic. José Luis Prado, vicedirector de la Unidad Ejecutora.

Hasta entonces, se pensaba que los depósitos del arroyo tenían unos 30 o 40 mil años, pero ahora se descubrió que datan de 150 mil años atrás y la aparición de esta especie reconfirma el descubrimiento. Además, se suma el hallazgo del diente de un oso gigante prehistórico que cambia completamente el paradigma de la investigación.

"Este hallazgo cambia la historia de la evolución de la fauna en la cuenca del Tapalqué", sintetizó Prado.

¿Qué es un gliptodonte, el "armadillo gigante"?

"Fue una gran sorpresa para nosotros", contó a EL POPULAR el paleontólogo José Luis Prado, quien encabeza los trabajos en el lugar.

Este descubrimiento, por su parte, es posible gracias a la cascada natural del Salto de Piedra, único punto del arroyo Tapalqué que posibilita llegar a niveles geológicos tan profundos.

"Esto nos cambia el paradigma que elaborábamos sobre la base que se conocía y que databa de 30 mil años atrás. Nosotros encontramos dataciones de 60 mil años y ahora de 150 mil. Esta secuencia aflora acá, en este lugar preciso del Salto de Piedra", donde los movimientos tectónicos fracturaron el basamento que forma la sierra formando así la cascada. Por debajo, las fracturas de rocas dejaron al descubierto los sedimentos más antiguos que fueron enviados a un laboratorio de Australia para su análisis.

Sin embargo, esta especie encontrada no es la misma. La más frecuente que habita la zona data de hace 20 o 30 mil años atrás, pero este ejemplar vivió hace un millón de años atrás y unos 150 mil años en la zona donde fue encontrado, de acuerdo a la antigüedad del nivel de sedimento estudiado en este sitio.

Un equipo de seis investigadores trabaja en el lugar, en un contexto de pandemia que lamentablemente ha obligado a reducir la cantidad de integrantes. "Me hubiese gustado traer a los alumnos de la facultad para que formaran parte de esta experiencia", dijo José Luis Prado. En tiempos normales, este tipo de tareas requiere de unas 15 o 20 personas.

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