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Rodrigo Ávalos habla pausado y piensa todas las respuestas. Su voz llega relajada desde el barrio de Núñez, el lugar donde se afincó hace mucho tiempo. A veces reconoce que se hace difícil explicar las sensaciones que tiene con la música. Quizás porque hay un hilo invisible que lo une con ella desde siempre. Pero lo cierto es que con sólo 25 años tiene una experiencia musical que lo llevó por varios escenarios del país hasta recalar junto a su orquesta típica en Europa. Hace muy poco el olavarriense se subió al escenario del Teattro Colón para participar del homenaje por los 100 años de Astor Piazzolla junto a la Escuela de Tango Emilio Balcarce y donde cantó Susana Rinaldi.

"Mi primer contacto con la música es desde la panza de mi mamá porque mi papá es músico asi que en casa ya había música, sobre todo folklore. Tengo fotos familiares de cuando era muy chico en las que estan tocando música, sobre todo mi papá y mi tío, y yo estaba ahí escuchando" cuenta y señala que esos primeros contactos fueron "seguramente fueron muy importantes".

Rodrigo describe sus primeros años en la casa siempre una guitarra, canto o bombo y quizás la presencia de algún bandoneonista amigo de su padre. "El día de hoy si hay reuniones familiares, por el lado paterno, siempre hay música".

"A los 8 o 9 años es cuando tomo un rol activo con la música porque mi abuelo me regala una guitarra que tenía y a partir de ahí estudié con un profesor, tuve mis primeros grupos en la escuela primaria y así continué siempre" dice y agrega que "a partir de esa edad siempre estuve estudiando o tocando con amigos, explorando pero ya desde un rol activo".

"Pasé por varios profesores. Algunos buenos, de los cuales aprendí bastante, y otros más o menos" explica y reconoce que no le gustaba demasiado ir a clases aunque sí tocar mucho en su casa. En la Primaria y la Secundaria llegó al rock."Si bien no era rock lo que yo más escuchaba, todos mis amigos sí. Así que tuve bandas en las que hacíamos covers de otros como Pink Floyd. Otras de rock nacional como Charly Garcia o Spinetta. Pero lo que más escuchaba era el jazz, el folklore por mi papá. Rock era lo que más tocaba por una cuestión generacional".

El camino musical

"Mi primer influencia musical fue mi papá pero dejo de vivir con él a los 5 años. A partir de ahí todas las aventuras que tuve con la música fue mas por cuenta propia. Por mis inquietudes, por las experiencias que fui teniendo" expresa y asegura que "si bien empecé con la guitarra siempre tuve, y tengo, inquietud de explorar nuevos instrumentos porque los pienso como medios de transmitir, de expresar. Me interesa tener una paleta amplia para poder expresarme así que me gusta tocar varios instrumentos y cada vez voy incorporando nuevos". Rodrigo explica que habiendo aprendido guitarra desde chico eso le posibilitó tocar "otros instrumentos de cuerda pulsada". Despues fue incorporando el piano y el bandoneón. Cuando arrancó la cuarentena empezó a estudiar batería."Es un instrumento al que nunca le había dado demasiada bolilla pero la inquietud y las ganas de conocer te van abriendo nuevos desafíos. Nunca hubiese imaginado que iba a estar estudiando batería"

Al tango llega porque estudió en la Escuela de Música Popular de Avellaneda "en donde vos tenés tango, folklore y jazz. Esos tres géneros son los que se dan ahí. Venía tocando jazz, conocía el folklore por mi familia y ahí conecto con el tango, que es lo que me sentí mas identificado" dice.

En ese momento tocaba tango con la guitarra y con otros músicos, entre ellos varios bandoneonistas. "Ahí es donde me conecto con éste instrumento que me pareció increíble, muy raro porque se mueve cuando lo tocás por eso me parecía muy difícil de maniobrar, no lo entendía bien. Me atraía mucho su sonoridad"

"Estaba en un nivel de guitarra que consideraba bastante avanzado así que empezar bandoneón me parecía una jugada arriesgada porque me iba a consumir mucho tiempo. Pero las ganas superaron todos los pensamientos y me decidí a empezar, lo cual no es fácil porque tenés que tener un bandoneón. Hay pocos y eso hace que sean caros" afirma. "Con ganas y tiempo pude arrancar y cuando empecé a los 19 años le dediqué mucho tiempo porque me encanta. Hasta el día de hoy es el instrumento que más toco y es mi instrumento principal" reconoce.

Conectar con el tango

"Cuando conocí el tango conecté absolutamente con el género. Me parece una música increíble, de una complejidad y una profundidad muy grande. Creo que es una de las músicas populares más complejas, junto con el jazz, y a su vez muy profunda" sentencia.

"Me parecía que había que tomar ventaja de tener algo como eso, además es una música que al haber perdido popularidad hay mucho para hacer con el tango. Hay caminos por armar, como que todavía tiene mucho por delante" afirma.

Con respecto a esto último, remarca que si bien él hace tango tradicional ya que tocó "en muchas orquestas que recreaban la sonoridad de las orquestas del 40 y del 50 y de Piazzolla mismo, mi interés no está en recrear sonoridades que ya estuvieron en el siglo pasado sino que me gusta generar música nueva porque creo que todos nosotros somos distintos a los que habitaban en ese tiempo"

"La música naturalmente tiene que ser distinta por eso estoy siempre en la búsqueda de generar la música nuestra, de hoy en día, que sin dudas está influenciada por lo que fue el tango en su momento pero no tanto en recrear esa sonoridad" argumenta.

Siendo un adolescente armó una orquesta típica compuesta por doce músicos en la que componía y también dirigía. Fueron tres años y junto a ellos tocó en muchísimos escenarios de la Ciudad de Buenos Aires.

"Esa fue una búsqueda artística que tuve en su momento, muy influenciada por los orquestas tradicionales pero buscando una sonoridad propia" explica.

Con la orquesta hizo dos giras por Europa. Fueron escenarios de Alemania, Dinamarca, Suiza, Suecia, Italia, Austria, Polonia y Hungría. "Es increíble la movida tanguera que hay en Europa. Me acuerdo de haber ido a un pueblo chico en Dinamarca, en pleno invierno con todo nevado, y había una milonga. Estaba lleno de gente bailando. Así, en muchísimos pueblos y en las ciudades grandes como Berlín hay muchas milongas por noche" comenta.

"El grupo se disolvió y empezó la cuarentena el año pasado y eso cambió mucho la forma de encarar los proyectos porque no se puede ensayar presencialmente. Estoy haciendo mucha música solo o en dúos o tríos que los puedo grabar a distancia. Así que estoy componiendo mucho para grupos muy heterogéneos" comenta.

La música como un efecto movilizante

"Es muy movilizante cuando uno toca frente a otras personas la música que compuso. Ya cuando la estás componiendo uno lo está imaginando, no necesariamente una persona en particular pero uno está pensando en generar variedad en el discurso. Uno busca eso para mantener el interés porque la música es un medio de comunicación, así que tiene que ser como un discurso" asegura y explica que son cuestiones que "uno las pone a prueba cuando toca en vivo. Todos eso que uno puede pensar o imaginar o lo que uno piensa de sí mismo se materializa tocando con oyente"

"Es cuando la música completa su ciclo. Es un medio de comunicación donde se transmiten cosas y otra persona recibe. Es muy movilizante ver si esa persona se identifica con la música, se emociona o no, o se aburre y no le gusta. Despues depende de cada uno cuanta importancia le da. Sin dudas, todo dato que recibo de otra persona que me escucha es muy importante" afirma y menciona que también "cuando uno escribe una música y otros músicos la tocan es movilizante ver como la transitan ellos"

Cuando se le pregunta acerca de quiénes fueron aquellos que lo influenciaron, además de su padre y esa fuerte relación con la música desde la casa, asegura que "es bastante difícil de resumirlo pero sin dudas que una persona clave en esto es Piazzolla. Obviamente por su música, que me influenció mucho, pero también en su manera de apostar a su música y de jugársela. De dejar mucho por la música que sentía que tenia que hacer"

"Después en la escena porteña, Pugliese también. Otras pueden ser los brasileños Tom Jobim y Hermeto Pascoal, Chick Corea y Jacob Collier"

Adelanta que está trabajando en un proyecto junto a una amiga bandoneonista que vive en Estados Unidos."Vamos a grabar varias piezas de Bach que las arreglamos para que se puedan tocar con dos bandoneones. A su veces cada uno estamos componiendo un preludio y una fuga como para darle un toque personal a este homenaje a Bach".

"Soy tanguero, y toco mucho tango, pero la búsqueda musical que tengo no es hacer tango propiamente dicho, ni folklore, ni rock. Los géneros vienen a consecuencia de la música que se hace, yo estoy tratando de hacer pensando en hacer música y después el genero vendrá por añadidura. No me estoy ciñendo a un género en particular" concluye.