La pandemia y el necesario aislamiento social, preventivo y obligatorio obligó a suspender consultas y atenciones, como en la gran mayoría de las profesiones. Hoy, con la noticia reciente de que podrán volver a trabajar, los fonoaudiólogos se preparan para reabrir sus consultorios bajo los protocolos que estableció el Colegio que los nuclea.

"Hay casos urgentes que no podían esperar más y necesitaban atención, o debían retomar cuanto antes los tratamientos que comenzamos antes de la pandemia", sintetizó Celeste Pittaluga, quien ejerce la fonoaudiología desde hace dos décadas y media, y dialogó con EL POPULAR en el marco del Día del Fonoaudiólogo.

La profesional explicó que "la fonoaudiología es una profesión que se ocupa de la atención de múltiples y diversas patologías: desde la rehabilitación del lenguaje en niños en edad escolar; atención de niños y adultos con diferentes discapacidades como el habla, el lenguaje , la audición y la atención; patologías que afectan las cuerdas vocales que padecen principalmente los docentes; hasta ayudar a la recuperación de las capacidades lingüísticas y de la deglución de pacientes con ACV; cirugías por tumores cerebrales o accidentes que comprometan sus posibilidades del habla y la comunicación, entre otras cosas".

Para el que vive solo esto es peor porque sienten muchísima inseguridad

Así, aclaró que "estos últimos casos son los que no podían esperar: los que no tenían tiempo de esperar a que pase esta pandemia sin la ayuda de su fonoaudiólogo, dado que el inicio inmediato de sus tratamientos es vital para su rehabilitación".

Otro aspecto que nos reveló la cuarentena "es la situación que viven muchísimos adultos mayores, los cuales han tenido que quedarse solos en sus casas o cambiar hábitos y trasladarse con un hijo o familiar cercano por el impedimento de salir. Esto deja ver las dificultades de comunicación que surgen cuando, por el paso del tiempo, se produce una progresiva pérdida de la audición".

En estos casos, "los adultos comienzan a encerrarse y a aislarse porque no pueden escuchar, dejan de concurrir a encuentros familiares o, si están en ellos, no participan ya que no oyen y no quieren hablar para no quedar expuestos. Esto hace que se pierda la posibilidad de charlar y comunicarse con su familia cercana, sus nietos y sus amigos, y para el que vive solo esto es peor porque sienten muchísima inseguridad cuando tienen que realizar trámites o hacer compras donde no quieren preguntar para no tener que pedirle al otro que repita lo que dijo porque no pudo entender y, al dar sus respuestas se sienten temerosos de contestar porque no están seguros si entendieron la pregunta".

Para ello, "tenemos una simple y accesible solución que les mejora rotundamente la calidad de vida: el equipamiento con un audífono".

Por otra parte, "realizamos estudios audiológicos para diagnóstico diferencial", explicó Celeste Pittaluga en cuanto a los alcances que esta profesión tiene en este camino de hacer la vida más simple para aquellos que presentan problemáticas auditivas.

Señales

¿Qué señales tener en cuenta para encender la alarma de que algo está mal? ¿Cuándo es necesario consultar a un fonoaudiólogo? "A veces el que se da cuenta es su compañero de vida, otras veces su familia y, muchas veces es el propio paciente el que advierte esta situación y concurre a su médico que lo deriva a una consulta con una profesional fonoaudiológica, quien puede hacer una selección responsable del aparato que cada paciente en particular necesita para mejorar su audición", explicó Pittaluga.

Esta profesión me regala la posibilidad de ver las caras de alegría de los pacientes cuando les pongo el audífono

Y contó que "hay múltiples opciones que se eligen codo a codo con el paciente, siempre buscando mejorar la capacidad de discriminación y entendimiento de la palabra. Estos aparatos vienen de diversas formas y tamaños, existiendo audífonos diminutos que cumplen con su función y además, acompañan a la estética del paciente".

La profesional contó que "los audífonos son muy fáciles de usar, lo que hace que el paciente logre adaptarse rápidamente a esta nueva sensación de confort que le devuelve la independencia que había perdido al no poder oír".

En su experiencia laboral, Celeste Pittaluga desarrolla gran parte de su trabajo con adultos mayores que concurren a la consulta "con cara de preocupación y desesperanzados. Esta profesión me regala la posibilidad de ver las caras de alegría de los pacientes cuando les pongo el audífono por primera vez y se dan cuenta que pueden volver a escuchar, recuperar los sonidos que habían perdido y la posibilidad de reconectarse con su familia".

Además, se desempeña en rehabilitación del lenguaje con niños, lo que es una tarea ardua y a veces complicada, pero siempre gratificante, ya que se puede ver la evolución que van logrando, y cómo mejoran en su habla".

También ejerce como docente dando clase en dos profesorados, "trabajando junto a los futuros profesores, tratando de que tomen conciencia del cuidado de la voz, herramienta fundamental en el ejercicio de la profesión".

Celeste Pittaluga y sus colegas celebran el Día del Fonoaudiólogo con la pronta reapertura de sus consultorios, con nuevos protocolos de atención que obligará a modificar ciertos hábitos, pero que tenderá a ofrecer seguridad a profesionales y pacientes.