Daniel Lovano - dlovano@elpopular.com.ar

En su informe extra del pasado viernes, la Organización Mundial de la Salud exhortó a las instancias decisorias y a los defensores de la salud mental a fomentar los compromisos y la adopción de medidas para cambiar actitudes, actuaciones y planteamientos en relación con la salud mental, sus determinantes y los cuidados conexos.

La OMS publicó anteayer su examen más completo sobre la salud mental en el mundo desde principios de siglo, a través del cual ofrece un plan maestro a los gobiernos, las instituciones académicas, los profesionales de la salud, la sociedad civil y otros interesados que "tengan por objeto ayudar al mundo a transformar la salud mental".

Casi al mismo tiempo, la ministra de Salud de la Nación Carla Vizzotti y el ministro de Justicia y Derechos Humanos Martín Soria dispusieron la creación de una Comisión Permanente de Trabajo y Asistencia Técnica para implementar estándares de habilitación y supervisión de servicios de salud mental, lo que se suma a otras medidas adoptadas, como el primer foro sobre el tema y nuevas normas para los servicios del sector.

La comisión estará conformada por representantes designados por el Ministerio de Salud y por la Secretaría de Derechos Humanos para trabajar con las 24 jurisdicciones del país en el desarrollo de estándares de habilitación, supervisión, acreditación, certificación, monitoreo, auditoría, fiscalización y evaluación de los servicios de salud mental públicos y privados.

Las propuestas elaboradas por esta comisión serán elevadas para su aprobación a la Secretaría de Derechos Humanos y a la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud y deberán garantizar el cumplimiento de los derechos establecidos en la Ley Nacional de Salud Mental.

El doctor Néstor Eisenstein (médico especialista en psiquiatría de la UBA, ex jefe de área de salud mental de Olavarría, psiquiatra del CPA de Olavarría y del servicio de salud mental de la Ciudad y coordinador de la internación de salud mental de Olavarría) hizo un abordaje de esta iniciativa estatal y las recomendaciones de la OMS en torno a la salud mental.

"Las aristas son muchas. Entre otras noticias que vi hace poco, referentes internacionales de salud mental estuvieron reunidos con el presidente y con la ministra Vizzotti, por lo tanto -como gestor de salud pública- interpreto que a partir de ese encuentro surgió esta iniciativa que irá bajando a las 24 jurisdicciones que tiene la Argentina" infirió el doctor Eisenstein.

"De ese lado, me parece sumamente correcto" opinó.

El doctor Eisenstein se refirió al informe de la OMS y su preocupación por la poca inversión de los países en salud mental en función de la envergadura global de esta problemática.

"Por un lado las estadísticas que presenta la Organización Mundial de la Salud no se pueden negar, pero por otro lado también está la contracara de pocas ofertas institucionales para formar nuevos psiquiatras" mencionó.

Enlazó la temática con la cuestión argentina: "En el país actualmente hay 6.000 psiquiatras y 60.000 psicólogos. Ese es un número, después hay países que prácticamente no tienen psiquiatras y países con menos desarrollo que la Argentina que también tienen menos psicólogos".

"Lo que puedo decir es que en los últimos años los psiquiatras están migrando del ámbito público al privado, o profesionales jóvenes recién recibidos que se forman como psiquiatras en lo público y se van a lo privado" reveló.

"Causa número uno tiene que ver con lo económico y número dos con que el trabajo en lo público es de mayor complejidad que en lo privado dado la gravedad de los cuadros clínicos que tenemos" observó.

El doctor Eisenstein indicó que "la psicopatología en realidad aparece en la juventud. Hay muchos cuadros clínicos de los más jóvenes, más complejos, que exigen mucho más, y está apareciendo mucho en lo que es adolescencia y niñez, donde la mayoría de los profesionales no tienen formación".

A su diagnóstico se sumó algo inesperado e imprevisible: la pandemia, con sus implicancias en la salud mental de la población.

"Pero ya veníamos en crisis antes de la pandemia" advirtió.

Acerca de los efectos de la pandemia, analizó que "en el evento agudo, para los profesionales de Olavarría implicó una exigencia tan grande respecto de trabajar con todos los cuidados personales y la cantidad de demanda que derivó en la renuncia de varios colegas psiquiatras en Salud".

El tal contexto, recordó que las mayores complicaciones fueron a nivel infanto - juvenil: "La carencia de sociabilización convirtió a las madres de niños en población de riesgo por toda la ansiedad y todo lo que trae aparejado tener dos, tres, cuatro niños encerrados en casa".

En materia de salud mental, últimamente se denunciaron fisuras en la ley para el tratamiento de pacientes víctimas de las adicciones. Tema que también abordó el doctor Eisenstein.

"Hace falta de fortalecer en la gran mayoría de las ciudades que no tiene, y en Buenos Aires están desbordados, equipos que sepan trabajar en salud mental, y justamente muchos profesionales no quieren trabajar en adicciones porque requiere de mucha paciencia, no están capacitados o no se capacitan en la práctica clínica" apuntó.

En este sentido, Eisenstein denunció "la carencia de práctica y de formación profesional, para trabajar sobre todo en salud pública, donde es más complejo y hay que saber desenvolverse en terapias grupales -que muchos no saben- y en familia, que también muchos no saben".

La formación, añadió, hasta privilegia la capacitación individual cara a cara en lugar de dispositivos grupales, familiares o multifamiliares, "que son los que llevamos a cabo en Hinojo desde 2008".

De cada frase del doctor Eisenstein se comprueba que la letra de las recomendaciones de la OMS se puede verificar en el territorio.

"Totalmente. Se ve en la Ciudad y en todas las ciudades que he trabajado; es un diagnóstico absolutamente correcto, es lo que se ve en el campo" certificó.

"Cuando queremos trabajar en comunidad hay que tener una formación pensando en la salud e ir hacia la salud. La mayoría de los profesionales están formados desde la epistemología de primero ver la enfermedad" cuestionó.

Se apoyó en una metáfora futbolera para fortalecer el concepto: "Holanda del 74, fútbol total, el jugador tiene que saber ubicarse en distintas partes de la cancha, saber mirar a todos los compañeros, saber jugar en equipo. La mayoría saben solamente, y con suerte, mirar la pelota y hacer pases entre dos, no se sabe mirar a todo el equipo".

En un contexto aún pandémico, bélico, con un Estado nacional flaco en recursos, el doctor el Eisenstein igual se mostró optimista.

"En la Argentina somos unos de los mejores países en formación a nivel mundial en terapia, lo que falta es multiplicar los estadios de fútbol para que la mayoría vuelve a jugar en equipo. Hay que invertir en factor humano" propuso, volviendo a la metáfora futbolera.

Como corolario de la charla, Eisenstein reflexionó que "se debe pensar la enfermedad mental como una virtualidad sana para desarrollar la mente de todo ser humano. No como algo que queda anquilosado, sino integrar a cada persona y que se vaya desarrollando el sujeto en lo que se pueda".

"Pensarlo desde un lado optimista, no desde una historia de hacinamiento. Hay que integrar al enfermo para permitir desarrollar sus habilidades humanas, sus emociones y todo lo que implica el ser humano" cerró.

Las recomendaciones de la OMS

La OMS subrayó la urgencia de transformar la salud mental y los cuidados conexos, en un informe dado a conocer el último viernes.

Los 194 estados miembros de la OMS han suscrito el "Plan de Acción Integral sobre Salud Mental 2013-2030", por el que se comprometen a lograr las metas mundiales para transformar la salud mental.

En el informe se insta a todos los países a acelerar la aplicación del "Plan de Acción Integral" y se formulan varias recomendaciones de actuación, que se agrupan en tres "vías de transformación'" centradas en cambiar las actitudes frente a la salud mental, dar respuesta a los riesgos para la salud mental y fortalecer los sistemas de atención de la salud mental.

Son las siguientes:

1.- Profundizar en el valor y el compromiso que atribuimos a la salud mental. Aumentar las inversiones en salud mental, no sólo garantizando los fondos y recursos humanos adecuados en el sector de la salud y otros sectores para atender las necesidades en materia de salud mental, sino también a través del compromiso de los dirigentes, formulando políticas y prácticas basadas en la evidencia y estableciendo sistemas sólidos de información y seguimiento. Incluir a las personas con trastornos mentales en todos los aspectos de la sociedad y la toma de decisiones para superar la estigmatización y la discriminación, reducir disparidades y promover la justicia social.

2.- Reorganizar los entornos que influyen en la salud mental, como los hogares, las comunidades, las escuelas, los lugares de trabajo, los servicios de atención de salud o el medio natural. Fomentar la colaboración intersectorial, especialmente para comprender los determinantes sociales y estructurales de la salud mental, e intervenir de formas que reduzcan riesgos, generen resiliencia y desguacen las barreras que impiden a las personas con trastornos mentales participar plenamente en la sociedad. Aplicar medidas concretas a fin de mejorar los entornos para la salud mental, por ejemplo, tomando más medidas contra la violencia de pareja y el maltrato y abandono de niños y personas mayores; propiciando los cuidados afectuosos para el desarrollo en la primera infancia, estableciendo ayudas de subsistencia de personas con trastornos mentales, introduciendo programas de aprendizaje social y emocional y, asimismo, combatiendo el acoso escolar, cambiando actitudes y fortaleciendo los derechos en la atención de salud mental, fomentando el acceso a espacios verdes y prohibiendo plaguicidas de gran peligrosidad que están asociados con una quinta parte de todos los suicidios del mundo.

3.- Reforzar la atención de salud mental cambiando los lugares, modalidades y personas que ofrecen y reciben atención de salud mental. Establecer redes comunitarias de servicios interconectados que se alejen de la atención de custodia prestada en los hospitales psiquiátricos y que abarquen un amplio espectro de atención y apoyo mediante la combinación de servicios de salud mental integrados en la atención general de salud; servicios comunitarios de salud mental y servicios más allá del sector de la salud. Diversificar y ampliar las opciones de atención para los trastornos mentales habituales, como la depresión y la ansiedad, que tienen una razón de beneficio - costo de 5 a 1. En dicha ampliación se incluye la adopción de un método de distribución de tareas que amplíe la atención basada en evidencias, a fin de que puede ser ofrecida también por trabajadores generales de la salud y proveedores comunitarios. Se incluye también la utilización de tecnologías digitales para apoyar la autoayuda guiada y no guiada y prestar atención a distancia.