¿Hay un plan para paliar el pasivo ambiental generado por esta obra inconclusa?
Luego de conocerse que la empresa a cargo de la obra del Polo Judicial decidiera rescindir el contrato y desmantelar el lugar de trabajo en un mes, el Centro de Ingenieros manifestó su preocupación sobre qué ocurrirá con la estructura en caso que finalmente se paralice.
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El Centro de Ingenieros de Olavarría ve con preocupación la situación a la que ha llegado la obra del edificio para el futuro Polo Judicial.
Dicha obra fue promocionada y publicitada como ejemplo de la gestión pública, progreso y usina de empleo para más de 200 personas de modo directo y otras tantas de modo indirecto. Decenas de comercios de variados rubros, como corralones, ferreterías, casa de seguridad, rotiserías, supermercados, inmobiliarias, kioscos, agencias de remises y otros, se encontraron beneficiados por la magnitud, tipo y la dinámica de la obra.
Una grúa de gran envergadura, sistemas constructivos de última generación, muy variado equipamiento de punta, tiempos de construcción records, eran algunas de las características de la obra y quienes la ejecutaban.
Hubo voces en contra, que no tuvieron eco, ideas que cuestionaban la ubicación de tal colosal obra en el centro de la ciudad, sin tener en cuenta el impacto que le generaría al barrio la nueva actividad, tránsito de vehículos, espacios de estacionamientos, etc.
Hoy, 18 meses después y luego de muchos de estar suspendida por diversas dificultades, entre ellas, el no pago de certificados aprobados, se vuelven a ver los equipos funcionar, ya no para avanzar, sino para desarmar y desmantelar lo poco que queda de ellos y para la carga de materiales que no se usaron. La empresa ejecutora se va. La Provincia le rescindió el contrato.
Cuando se circula por las inmediaciones de la obra, se puede observar -a través del peligroso cerco construido a modo de valla para no permitir el ingreso al predio- el estado de avance del edificio, claramente un importante porcentaje tanto para la estructura de hormigón, como para la mampostería y para la instalación eléctrica.
El Centro de Ingenieros de Olavarría llama a pensar en conjunto:
Si la empresa se retira ¿quién se hará cargo del saneamiento del espacio público? Las veredas perimetrales del Polo Judicial son intransitables, en parte porque están ocupadas por un cerco compuesto por una peligrosa malla de alambre que fácilmente puede engancharse en la ropa, en la cara o en cualquier parte del cuerpo de algún desprevenido que intente caminar por el pequeño espacio que queda libre.
Por otra parte, las sucesivas obras y actividades en la acera (corrimiento del trasformador eléctrico que estaba por calle 25 de mayo y ahora está en calle Bolívar; uso de la vereda como estacionamiento de los camiones que en su momento llevaban hormigón al predio por ejemplo) la han destruido, plagando de pozos, ondulaciones y zanjas, siendo fácilmente advertibles las protuberancias formadas por hormigón endurecido que minan todo el pequeño espacio que deja libre el cerco de obra. Preguntamos: ¿Quién va a reparar las veredas para que puedan ser transitables...?
Otras preguntas que nos hacemos son: ¿quién se va a hacer cargo del mantenimiento de este edificio? ¿Y de la seguridad del mismo? Por las noches se oyen con más claridad las bombas que hay en el sótano sacando continuamente agua ¿qué va a suceder con eso? ¿Quién las va a mantener? ¿O van a dejar que se inunde todo el sótano? generando un deterioro inmenso en la construcción, un riesgo para la salud física y un foco de enfermedades.
¿Quién va a cercar el edificio como corresponde con materiales seguros para los transeúntes y que soporten el paso del tiempo, con la estética y prolijidad que se merece el entorno en el que está ubicada la obra?
¿Quién va a darle iluminación a ese sector? El sistema lumínico fue roto durante los trabajos por maniobras de carga y descarga de materiales con la emblemática grúa, y nunca nadie lo reparó.
¿Se llegó a este estado actual por decantación? ¿O existió descuido, negligencia o impericia en las áreas específicas de la Provincia, de la Suprema Corte de Justicia, del Municipio o de quien tenga injerencia en el desarrollo del emprendimiento?
¿Existe la posibilidad de reiniciar tareas y encauzar la obra hacia su posible culminación? ¿Qué costos son mayores, los de la paralización o los de su continuidad?
¿Hay un plan para paliar el pasivo ambiental generado por esta obra inconclusa?
¿Tenía esta obra un estudio de impacto ambiental correctamente realizado por profesionales idóneos que incluya un plan de saneamiento con una batería de medidas para mitigar los efectos?
¿Se puede pensar en darle utilidad social mientras los responsables resuelven la situación?
Surgen muchísimos interrogantes más que se transforman en preocupaciones.
Como Centro de Ingenieros y enfocados en el desarrollo de nuestra Olavarría, intentamos poner luz a una cuestión sensible, por lo que llamamos a los actores administrativos (provinciales y municipales), políticos, judiciales y sociales a tomar intervención en búsqueda de un horizonte que lleve a continuidad y culminación de un emprendimiento como el que referimos.