Sin dudas el momento más duro y doloroso de la jornada en el juicio que se le sigue a Susana Stuñek por el crimen de su ex suegra, Nené Vigneau, fue la declaración de Diego De Luca, el hijo de tan sólo 14 años que no sólo tiene a su madre detenida por un homicidio, sino que el crimen que se le imputa es nada más y nada menos que el homicidio de su abuela.

Para llevar adelante su declaración se debió disponer un cambio en el escenario que alejó a su madre de la sala e hizo que se la ubique en un sector continuo, donde de no pudiera verse cara a cara con su hijo, pero que sí pudiera escucharlo, de manera que no quedara vulnerado su derecho de defensa. Esta medida fue requerida por la doctora Elda Donatelli, quien ofreció al adolescente como testigo, y fue acompañado por el juez azuleño.

"No me he sentido con ganas de ir a verla, mi papá siempre se ha ofrecido a llevarme", respondió acerca de cómo continuaba el vínculo con su madre. En otro apartado compartió la versión de los hechos que le narró su madre sobre la trágica noche. "Jamás me pidió perdón ni me dijo sentirse arrepentida", narró segundos después.

El relato completo, este viernes en diario El Popular