Pasaron 43 años de trayectoria y se convirtió en uno de los podólogos más reconocidos en el entorno profesional local. Se trata de Hugo Castro Sáez quien, al igual que sus colegas, festejan hoy una jornada especial en el marco del Día del Podólogo.

Corrió la década del 70'' y un joven, con un entusiasmo que ganó desde chico cuando acompañó a su abuela al pedicura, ingresó a la Facultad de Ciencias Médicas ubicada en Córdoba capital. Tras años de esfuerzo y estudio, Hugo Castro Sáez se recibió de podólogo en 1975.

Su inicio en el camino profesional fue en la misma Córdoba, llevando a cabo las primeras prácticas en el hospital geriátrico de la capital cordobesa. Tras esa primera experiencia, el profesional decidió ''pegar la vuelta'' y continuó su carrera en Olavarría, su ciudad natal.

En Olavarría, Hugo Castro Sáez recorrió un largo camino que aún lo sigue recorriendo, ejerciendo la profesión de podólogo y la cual es su "pasión" que le dio "muchas satisfacciones". Simultáneamente a la actividad privada, Sáez fue titular del servicio de podología en el hospital local de 1980 a 1992, y hace un poco más de 10 años es titular del servicio de podología en el Centro de Empleados de Comercio Olavarría -CECO-.

"Fui criado por mis abuelos y de muy chico acompañé a mi abuela a un pedicura; notaba que ella salía caminando como en las nubes, es decir, a los 8 años observé que ese señor le hacía bien a mi abuela y le resolvía los problemas", señaló Sáez cuando se refirió a su niñez y su relación con la profesión. "Abuela quiero ser como ese hombre, le decía", recordó.

"Con los años fui viendo otras cosas de la profesión como su independencia y el manejo propio de los horarios. Había algo en mí que se fue despertando desde chico", confesó. Cuando terminó la escuela secundaria con orientación agropecuaria, ya que vivió con sus abuelos en el campo, tomó una decisión que sorprendió a propios y extraños. "Todos pensaron que iba para ese lado, pero cuando conté que quería ser podólogo no lo podían creer", sostuvo el profesional.

Entonces, tras la decisión por la carrera, llegó el momento de elegir donde estudiarla. "El nivel que quería estudiar sólo se podía hacer en Buenos Aires o Córdoba, y elegí el segundo porque tenía amigos allá", explicó Hugo Castro Sáez.

Luego, el profesional olavarriense contó detalles de la carrera desarrollada en podología y la relación con sus primeras experiencias. "Córdoba tiene la particularidad de no ser teórico y práctico en forma simultánea, por lo cual te lleva más tiempo obtener la matrícula. Primero se cursa todo lo teórico y luego llegás a un hospital para hacer las prácticas. Después de todo eso se gestiona la matrícula que proviene de salud pública", detalló.

La actividad

Tras su camino de formación, llegó el momento de la actividad propiamente dicha para el podólogo Hugo Castro Sáez. "La podología tiene una relación directa con la salud, y sin ser médico", contó. Para el profesional, es fundamental estar actualizado en conocimientos "mediante congresos, jornadas, cursos y demás para así vivir dignamente de la profesión. Incluso, para mí la profesión es un medio de vida". Entonces, para Sáez es "importante nutrirse de más conocimientos con el correr de los años".

"La podología es una actividad de servicio, te tiene que gustar de alma", explicó el podólogo. "Yo amo la profesión y te puedo asegurar que todos los días voy con las mismas ganas de siempre. Lo que estoy viviendo en la actualidad me llegó tarde porque ésta cantidad de trabajo la hubiera querido antes, más allá de dar gracias a dios por el momento que vivo", confesó.

En este contexto, Hugo Castro Sáez se siente un "agradecido a la profesión y a la trayectoria que pude llevar", y también al hecho de "vivir de la profesión y despertar interés en la gente con el trabajo propio". "La podología es una necesidad social, está en nosotros los profesionales difundirla para que la gente tome conciencia de lo importante que es tener pies saludables", insistió.

Según el profesional, un problema en los pies "trastorna" la vida diaria de la persona y te "hace rendir menos en el deporte, en la oficina, en el estudio, es decir, en todas las actividades diarias". Sin embargo, advirtió que "tenemos que trabajar en lo que le corresponde al podólogo, si hay cosas que no son nuestras se derivan al traumatólogo, dermatólogo, lo que sea". "Nunca hay que pasarse de los límites que tenemos nosotros y hay que cumplir el ejercicio legal de la profesión", destacó.

En este sentido, el podólogo atiende "las patologías menores y externas del pie". "Lo que tiene que entender la gente es que hay que cuidar los pies con la mejor atención porque son realmente importantes, hay que generar éste interés en la comunidad", afirmó.

En el cierre, Hugo Castro Sáez habló de todo lo que le dejó su trayectoria. "La profesión me dio satisfacciones y alegrías, y vínculos con colegas de otras provincias y países. Tuve la suerte de presentar trabajos en el exterior como Uruguay y Brasil, y en la Argentina mucho en Córdoba porque tengo dos de mis tres hijos viviendo allá y voy con propósitos laborales y familiares", contó.

También brindó un consejo para aquellos que están iniciando el camino de la podología. "En un congreso estás como disertante o asistente, y puedo asegurar que el mayor de los conocimientos lo obtenés de la charla con los colegas en el espacio de recreo, donde escuchás lo que nadie diría en un estrado por cuestiones de estructuración y formalidad", concluyó.

¿Por qué se celebra?

El Día del Podólogo se celebra los 19 de junio de cada año, con los profesionales siendo protagonistas centrales de dicha jornada.

La fecha fue instituida por todas las entidades miembros que integran la Confederación Argentina de Podólogos y Pedicuros -Capyp-. Dichas entidades miembros están compuestas por las distintas federaciones provinciales, además de Capital Federal.

Se determinó la fecha mencionada en coincidencia con la fundación de la entidad madre de podólogos y pedicuros, es decir, la Capyp. La misma fue presidida en el inicio por el podólogo Alberto Lombardi con sede en Corrientes.