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El Teniente Coronel Cristian Castellanos asumió como jefe del Regimiento de Caballería de Tanques II "Lanceros General Paz" de Olavarría el 18 de diciembre, y al día siguiente debió ponerse al frente -junto con otras autoridades- de los trabajos de relevamiento y reparación por los daños ocasionados en la Ciudad a raíz del último temporal.

Nacido hace 45 años en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es además licenciado en administración de empresas y profesor nacional de equitación.

Viene designado luego de cumplir funciones como jefe del Escuadrón de Exploración de Caballería de Monte XII con asiento en Posadas, Misiones.

Su árbol genealógico está ligado a las armas: su padre es militar retirado y fue jefe del Regimiento de Caballería de Tanques IX de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz. "Yo allí hice cuarto y quinto año del colegio secundario" recordó.

Antes de ingresar al Colegio Militar de la Nación, con sus padres vivió en Villaguay (Entre Ríos), en Buenos Aires; luego fue jefe de la unidad de la que viene el Teniente Coronel Castellanos (en Posadas), vivieron dos años en Washington (Estados Unidos) y el final de la carrera militar aconteció en Puerto Deseado.

El jefe del regimiento local conformó la promoción 128 del Colegio Militar, de donde egresó en el año 1997.

Su primer destino, como subteniente, fue en el RC Tan X de Azul, pasó por la Escuela Militar de Equitación, el histórico Regimiento de Granaderos a Caballos y por en el Colegio Militar.

Revistó más tarde en el Regimiento de Caballería de Montaña IV de San Martín de los Andes, en la Escuela de Guerra de Buenos Aires, pasó dos años en la Escuela de Guerra de Alemania y su último destino previo a su llegada a Olavarría fue en la capital de la provincia de Misiones.

"Nunca me pude asentar en una ciudad. Yo nunca la pasé mal en ningún lado, por eso seguí la carrera militar, otra vida no conozco; lo sufro un poco por mis hijos, uno de 14 años y otro de 9 años".

Ni siquiera fue necesario explicarle a su esposa de qué se trata esta vida nómade relacionada con la profesión.

"Mi esposa es de familia militar: su padre es militar retirado, el abuelo es militar retirado, el tío es militar retirado, tiene un tío en actividad, así que somos todos del palo, y todos de Caballería" describió el Teniente Coronel Castellanos.

Ahora Olavarría, un destino sorpresivo.

"Yo en realidad pensaba que me iba destinado a Buenos Aires, y me sorprendió el nombramiento en este Regimiento, pero muy contento y feliz de estar en una ciudad muy linda, que no conocía y este es un Regimiento muy prestigioso en el arma de caballería, con mucha historia, así que es un honor ser jefe aquí" confesó.

"Normalmente los jefes de acá tienen más antigüedad, yo soy medio joven todavía para lo que ha sido la tradición; recién acabo de ascender a teniente coronel" acotó.

Su mapa de ruta para el destino olavarriense no difiere de ninguno de los anteriores.

"Nosotros no recibimos ninguna directriz especial. Tenemos nuestros reglamentos, las leyes que nos dicen qué es lo que podemos hacer, qué es lo que no podemos hacer" dijo.

"Sabemos nuestro rol. Nuestro centro de gravedad como jefe de unidad es prepararla, adiestrarla e instruirla para la guerra; esa es nuestra esencia. Al margen de eso, hay un montón de otras actividades y cosas extras a atender, como cuidar las instalaciones, apoyo a la comunidad" explicó el Teniente Coronel Castellanos.

Hoy la comunidad global está frente a una guerra, con un enemigo invisible pero mortal, y el Ejército desde el comienzo de la pandemia ha mostrado su empatía con las necesidades de la comunidad, especialmente en el Conurbano Bonaerense.

Pero aquí también.

"Nosotros realizamos apoyo logístico. Como habrán visto, el Ejército se encarga de la distribución de comida, alimentos, colchones. Participamos en el apoyo del Estado a la comunidad" resaltó.

"Hoy por hoy en Olavarría estamos dando un apoyo a través del Consejo Escolar, que es la preparación de bolsones de alimentos".

"Mandamos personal que colabora en el armado de bolsones, que luego son distribuidos, y a su vez tenemos el personal de sanidad que está comenzando a realizar los cursos de capacitación como vacunadores por si son necesarios en la campaña contra la COVID" apuntó el nuevo jefe del regimiento local.

"Nosotros recibimos las órdenes y ejecutamos lo que nos ordenan realizar dentro de nuestras capacidades logísticas" sintetizó.

Ni un día tuvo el Teniente Coronel Castellanos antes de ponerse al frente de un apoyo comunitario: "Me hice cargo el 18 de diciembre y al otro día fue esa tormenta tan grande".

"Ese sábado participé de una reunión con el comité de crisis de acá, y entre domingo y lunes brindamos apoyo con personal y camiones contribuyendo y colaborando en la limpieza de la Ciudad, limpiando el Parque Norte, que había quedado hecho un desastre, con muchos árboles caídos. Siempre apoyamos a la comunidad" recalcó.

Sobre la cuestión castrense, el jefe del regimiento hizo alusión al reclutamiento para el servicio militar voluntario.

"Siempre hay inscripción de gente; están viniendo acá a anotarse. Nosotros tenemos en el Regimiento una oficina de incorporación, con una base de datos con todo el personal inscripto. La gente viene y se anota, para lo cual debe contar con ciertos requisitos" comentó.

"En el caso de que nos impartan la orden para incorporar soldados, ya tenemos un prefiltro de gente, se presenta y les hacemos estudios rigurosos de salud. Esa es la razón por la cual necesitamos una base importante" señaló.

Con sus 45 años, el Teniente Coronel Castellanos vivió casi toda su vida en democracia y las fuerzas armadas absolutamente subordinadas al poder civil.

Pero no siempre fue así.

"El Ejército está totalmente insertado en la sociedad, como una institución fundacional de la Nación, que siempre está al servicio de la patria, y creo yo que también la sociedad ha entendido cuál es nuestra misión, nos acepta como uno más" subrayó.

"Nuestro compromiso con la democracia es total" enfatizó y, en ese sentido, acotó que "nadie tiene ninguna duda".

"Hay gente en Olavarría hoy que recuerda con orgullo haber sido soldado, conoce el cuartel, conoce la vida militar, nos conoce a nosotros y eso produce una gran aceptación de la sociedad hacia el Regimiento y su Ejército, ¿no?" evaluó el jefe castrense.

"El Regimiento está muy bien"

El 1 de febrero es una fecha muy especial para el Regimiento de Caballería de Tanques II "Lanceros General Paz": se celebró un nuevo aniversario de su creación, en el año 1822, mucho antes de que Olavarría empezara a existir como un caserío a la vera del arroyo Tapalqué.

Sus anteriores enclaves fueron en Las Lajas (Neuquén), Córdoba y Campo de Mayo, previos a la llegada al predio "La Clara".

Las obras en su actual emplazamiento comenzaron en 1941 y, a pesar de los años, su estado general luce impecable.

"El Regimiento está muy bien. Hay que entender que es un Regimiento inaugurado en 1946, que tiene sus años. El presupuesto funciona, pero se notan las falencias que pueden presentar todas las instalaciones viejas" apuntó el Teniente Coronel Castellanos.

"Yo conozco otros regimientos y este sinceramente está muy bien en instalaciones. Muy bien cuidado en todo sentido" subrayó.

Pasión por los caballos

La equitación y los caballos son dos grandes pasiones del nuevo jefe del Regimiento local y, aunque no se considera un dotado para las competencias ecuestres, prometió que al final de la pandemia retornará a su deporte preferido.

"He concursado, me gusta, soy profesor, pero no soy un súper jinete, pero cuando esto se normalice voy a montar nuevamente" anticipó.

"Justamente el lunes me llamaron del Club Estudiantes, un muchacho que va a venir mañana (por hoy) a saludarnos y, obviamente, cuando esto se abra después de la pandemia tenemos nuestras instalaciones y están todos invitados para que vengan acá a saltar" manifestó.

"Hay que aprovechar un predio tan hermoso como éste" ponderó el Teniente Coronel Castellanos.