Claudia Rafael

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Con apenas cuatro meses como ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual y tres décadas de militancia feminista, Estela Díaz debe centrar su gestión de modo casi exclusivo en asistir a mujeres victimizadas por la violencia de género. Una violencia que se ve profundizada en tiempos de pandemia ante el necesario aislamiento porque las encuentra entre las mismas cuatro paredes que sus agresores. Es por eso que advierte de la necesidad de que resguarden sus documentos y el de sus hijas e hijos y que convoca a vecinas, vecinos y familiares "que saben" a "que intervengan" llamando al 144 ó, en los casos de emergencia, al 911. En entrevista con EL POPULAR, la ministra bonaerense resaltó historias en las que, aún en plena cuarentena, se pudo promover y concretar un traslado o se terminó deteniendo a un agresor que había roto con la restricción de acercamiento.

-¿Cómo se trabaja contra la violencia de género en tiempos de cuarentena?

-Tenemos que enfrentar una problemática de larga data. Hace varios años que la OMS (Organización Mundial de la Salud) estableció que la violencia de género era una pandemia social. Ya las cifras señalaban un 30 a un 35 % de mujeres que en el mundo sufren o sufrieron violencia de género. Esta situación nos encuentra hoy en el marco de una pandemia que nos plantea un contexto absolutamente inédito. Sólo alguna memoria se remonta comparativamente a principios del siglo pasado. Y desde ese punto de vista la problemática continúa pero mutan las respuestas que necesitamos dar. Veníamos de sistemas que no se habían compatibilizado a pesar de tener el mismo número telefónico, que es el 144, por lo que estamos trabajando para construir una estadística común. Hoy las líneas telefónicas tienen un 60 % más de demanda ya que no se puede salir de la casa. Bajó el nivel de consulta en juzgados, fiscalías, en servicios que atienden presencialmente y tanto a las operadoras y operadores de servicios municipales, de salud, judiciales les preocupa porque están viendo que no es un indicador de que bajó sino simplemente que no se puede llegar a pedir asistencia o a denunciar al lugar. Y se recargan las líneas telefónicas, que son las más accesibles en este contexto. Entonces hay que ver cómo reforzar mensajes, cómo se trabaja con las redes preexistentes, cómo se las fortalece y cómo se van construyendo nuevos dispositivos para llegar con prevención y atención. Y sobre todo a las situaciones de mayor riesgo.

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