"Me recibí en 2006 en la UCES (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales, "que la abrió Ferreyra que era el decano de la UBA en esa época y se fue ahí", dijo) en Buenos Aires. Estudié medicina y luego hice la residencia en oftalmología en la clínica privada Charles, también en Capital, y estudié la especialidad en la Universidad de El Salvador, y me recibí en 2009 de oftalmóloga" contó la doctora Magdalena Miretzky, en su consultorio en el Instituto de la Visión de nuestra ciudad.

"Estuve dos años más trabajando en Buenos Aires y me vine. Me tiraba Olavarría, ya tenía un hijo y entonces decidimos venirnos con Alejandro (Luchini, su esposo). Quizá acá trabajo la misma cantidad de horas, pero es diferente porque puedo ir y venir rápidamente, ver a los chicos, están los abuelos, es otra cosa" agregó Magdalena, quien con "Alito" son padres de Teo (10), Pedro (7) y Lola (3).

"¿Por qué oftalmología?. Me gustaba. Tenía una compañera en la facultad y su padre era oftalmólogo, y como siempre me interesó todo lo relacionado con los ojos entonces empecé a ir con ella a los congresos mientras estudiaba medicina. Tiene todo el ojo. Tiene parte clínica, parte quirúrgica, parte neurológica, muchas especialidades dentro de una sola" explicó la doctora Miretzky.

"Los problemas que más se ven están en los chicos y tratamos de hacer hincapié porque sino se actúa a tiempo el pronóstico cambia mucho. Por eso son fundamentales los controles hasta los 8 años para poder cambiar a tiempo, ya que es la edad en la que se desarrolla la vida visual y si no se ataca a tiempo el problema, lo que una pueda hacer después es poco. En adultos se ven distintos problemas, ya que a través del ojo se pueden ver muchas patologías que no son sólo de la vista, ya que hay pacientes diabéticos, hipertensos, muchas cosas que se ven en un fondo de ojo. Por supuesto, está la presbicia de la que no se salva nadie después de los 40 años, así como el glaucomo que es bastante hereditario y cuando hay antecedentes se debe controlar", siguió diciendo.

"En el tema de los chicos el gran problema es con la tecnología. Es un tema difícil de regular, porque a los padres se les dicen que no estén más de dos horas frente a una pantalla y miran como si fuera algo imposible. El tema es que todavía no tenemos un rango de tiempo para poder comprobar cuáles son las consecuencias, pero se está viendo que los chicos se están miopizando. Antes en esa edad no estaban los chicos enfocando a algo a corta distancia. Antes era la computadora y sólo un rato, pero ahora es el celular y sino es la tablet. Están todo el día enfocando en algo que es electrónico, que tiene pantalla luminosa, que está a corta distancia, y encima en la oscuridad. Son factores que no ayudan. Lo que vemos es que se están miopizando porque necesitan anteojos para ver de lejos y estamos hablando de chicos de 10 o 12 años, que están empezando con ese problema" contó Miretzky.

"Lo que tienen de bueno los chicos es que muscularmente están perfectos, nadie va a enfocar mejor que un nene que esté bien, pero pasan a hiperacomodar la vista, tanto de cerca, que empiezan a desarrollar ese problema. También la falta de luz solar, que es necesaria, importante, para el desarrollo del ojo. No que se vea directamente, por supuesto, porque los UV son tóxicos para la retina, pero se está viendo que esa falta de luz solar y aire libre también ayuda a ese mal pronóstico. Están encerrados todo el tiempo mirando el celular, pero los padres consideran que ya es una causa perdida. La realidad es que los padres están trabajando los dos y entonces no están encima de los hijos para regular eso. Además, una vez que comienza ese problema es difícil que se termine, va aumentando", señaló.

"Ahora que viene el verano hay que cuidarse mucho del sol, es decir utilizar anteojos con filtro solar y hacerse controles. Muchos problemas oftalmológicos son asintomáticos, el paciente no se da cuenta si tiene un problema, pero haciéndose un control al menos una vez al año se pueden prevenir un montón de cosas. Agarrado a tiempo el problema es fundamental. Y no comprar los anteojos truchos, por favor, es malísimo por un montón de causas. Y por ahí compran cualquiera, quizá adelantan 4 puntos de lo que debían usar y allí se origina un grave problema, hay pacientes de 30 años y deben usar anteojos de 50, ya que se fueron autorecetando o comprando un anteojo trucho que les perjudica la vista. Y el chequeo, insisto, es clave: es sólo un ratito y se pueden prevenir muchos inconvenientes en la vista" terminó diciendo la doctora Magdalena Miretzky.