Daniel Lovano - dlovano@elpopular.com.ar

Con una medalla plateada y un segundo puesto por la presentación de un Proyecto Internacional de Grupo (junto con estudiantes de Corea, Bangladesh y Armenia) se apareció la semana pasada Donato Pellegrini en Aeroparque, luego de su participación en la 33ª Olimpíada Internacional de Biología que se celebró en Ereván, capital de Armenia.

Lo estaban esperando sus padres, su abuela, su hermana y unos tíos que viven en La Plata, donde en los días previos la salud de los abuelos repartía las preocupaciones de la familia con lo que estaba sucediendo en el oeste de Asia.

"Durante la IBO, entre lunes y viernes estuve literalmente aislado porque nos sacaron los teléfonos celulares, pero después me fui empezando a enterar de cómo estaban las cosas por acá" expresó el brillante estudiante que cursa el sexto y último año en la ENAPE.

Donato ya está de regreso en su casa de Loma Negra, se reencontró con su perro Yo Yo Terrier de 2 años "Chromos" y a la espera de volver a ver a sus compañeros de colegio una vez que transcurra ese descanso reparador, coincidente con el receso invernal en las escuelas.

"Es muy lindo estar de nuevo acá. Hacía mucho tiempo que me había ido, así que extrañaba bastante, y pasando estos días relajado y de vacaciones" confesó.

En el día a día de su paso por Armenia, Donato y toda la delegación argentina se sintieron arropados desde la primera hora: "Fue toda una sorpresa, súper lindo que nos haya podido recibir el embajador de Argentina en Armenia, y además no se sintió una desconexión tan abrupta con el país porque compartimos el 9 de julio con otros argentinos, comiendo empanadas".

La recepción, además de acogedora, ofició de impulso anímico para lo que estaba por venir.

"Apenas llegamos el embajador pronunció unas palabras de bienvenida, nos dijo que estaba con nosotros para lo que necesitáramos, y siempre estuvo. Acompañando en los actos, en la ceremonia inaugural y en la de cierre" destacó.

El "jet lag" a la ida fue un "temita", admitió Donato, para un compromiso además que exigía niveles máximos de concentración.

"Dormimos poco; ellos están 7 horas adelantados. Fue un pequeño desafío, pero nos pudimos acomodar bien para la hora de los exámenes, que empezaron cuatro días después de nuestra llegada" contó.

Conformado además por los coordinadores Matías Pellegrino y Lucas Tosolino, y los estudiantes Ulises Dimópulos, Juan Diego Laszeski y Gregorio Jaca, nada de lo que los argentinos se encontraron frente a sus ojos una vez comenzada la IBO 2022 los sorprendió.

"Fue un desafío más; algo que no hicimos acá en la Argentina, pero que con nuestros conocimientos y con la cabeza fría podíamos afrontar" dijo.

"En sí, en especial los prácticos, son más que nada recetas y con saber manejarse en un ámbito de laboratorio, con certeza y agilidad en el poco tiempo que nos dieron, se pudo hacer. Los conocimientos estaban y había que ponerlos en práctica con la mayor destreza posible" relató Donato.

Los prácticos fueron cuatro de una hora y media cada uno, todos temas distintos: bioquímica, bioinformática, fisiología vegetal, zoología y biosistemática.

"Son ámbitos de la biología enormes y uno no sabe lo que puede tocar. En el caso de zoología esperábamos algún invertebrado -que fue con lo que más practicamos acá en la Argentina- y en el examen que nos tomaron nada que ver" repasó.

"Fue como un shock. Era justo el último práctico, me senté a la mesa de examen, había 4 pesaditos horribles, y eso fue lo más sorprendente dentro de esta Olimpíada" admitió.

La parte teórica en la Olimpíada Internacional de Biología consistió en dos exámenes de tres horas cada uno.

"Son sorpresas que nos podían llegar a tomar. Consistieron en 50 situaciones problemáticas pero, al ser tantas, si en una no nos iba tan bien con otra la podíamos remontar" marcó.

Fue advertido repasando exámenes teóricos de otros años en esta misma cita: "Estaba confiado; había practicado acá, más que leyendo teoría haciendo exámenes teóricos de otras internacionales y estaba seguro".

Donato vivió otra experiencia, multinacional: un trabajo junto con estudiantes de Corea, Bangladesh y Armenia.

"Eso fue súper lindo. Una de las cosas que más rescato de las Olimpíadas, porque es algo que no se hacía. La propuesta de armar un grupo internacional fue algo nuevo, que había preparado desde unas semanas antes de ir" reveló.

"Fue hermoso que hayamos conseguido el segundo puesto. Las chicas de Armenia, de Corea y el chico de Bangladesh son muy genios y fue grandioso compartir el poster con ellos" subrayó.

La temática elegida fue un posible tratamiento para la enfermedad de Huntington, una afección heredada en la que las neuronas se degeneran con el transcurso del tiempo y generalmente comienza a los treinta o cuarenta años de edad.

"Buscar la información, recopilarla fue todo un desafío, pero se pudo hacer y quedó un resultado muy piola me parece" resaltó Donato, que se manejó con sus compañeros a través de un perfecto manejo del inglés.

Pero esta 33ª Olimpíada Internacional de Biología que se desarrolló en Armenia le permitió a Donato Pellegrini conocer un país lejano, joven como nación independiente, pero con una historia que se remonta a miles de años.

"Es un país con mucha historia, mucha cultura, totalmente diferente a la Argentina. Además de la parte turística rescato la vivencia de haber estado con chicos de todo el mundo. Quedan unos recuerdos tremendos y es una de las cosas más destacables de las Olimpíadas" celebró.

Como resultado su teléfono regresó con sobrepeso de whatsapps e instagrams. Más allá de lo virtual, también una bandera argentina firmada por estudiantes de todo el mundo.

En su equipo argentino participó Gregorio Jaca, hijo de olavarrienses y nieto de un recordado goleador de Estudiantes.

"El es de CABA; es un chico re inteligente, es un capo. Es un pibe muy simpático y recopado" elogió.

Gregorio (logró medalla de bronce) estuvo fácilmente reconocible en todas las fotos de las visitas turísticas publicadas por la web oficial de la IBO, con sus pantaloncitos de Boca, su camiseta de la selección argentina y una bandera argentina colgada en la espalda.

Quedó como párrafo final para Donato el destino de las medallas: "Por ahora están descansando en el escritorio, pero posiblemente terminen en un cuadro o en algún lugar para ponerlas en exposición".

Los que se llevaron el oro armenio

Veintiséis medallas doradas distribuyó la 33ª Olimpíada Internacional de Biología que se desarrolló entre el 10 y 17 del corriente mes en Ereván, capital de Armenia. 

Cuatro medallas obtuvo la delegación del equipo Independiente IBO 22, compuesto por estudiantes de la Federación Rusa.

Los destacados fueron Dmitrievich Korobitsyn, Rafilevich Mustafin, Sergeevich Shmakov y Kariba Markovna Karimova. 

Cuatro medallas doradas también para el equipo iraní, a través de Mahdi Afshari Eesfidvajani, Amirreza Zeinali, Mohammad Amin Kiani y Mohammad Mehdi Rahimpour.  

Tres tailandeses se subieron a lo más alto del podio: Natchapol Vongtanakiat, Yannaruk Thawornrungkit y Gregorius Tendi. 

Tres también para China Taipei: Yu Chen Huang, Chen An Liu y Liang Shin Huang; dos para los turcos Tolga At?l?r y Latif Hatipo?lu y los nativos de Singapur Owen JunHeng Ong y Min Seo Koo. 

Sendas preseas doradas para el búlgaro Petar Stoilov Zhotev, el checo Marek Pavlica, el japonés Taiga Mitamura, la polaca Jagienka Madrzak, la húngara Anna Barna-Lazar. 

También se llevaron una dorada, por Indonesia Michael Purnama; por Alemania Kasimir Reich y por India Mayank Pandhari.