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Cuando tenía 26 años y con un título de docente de escuela Primaria y otro de Educación Especial bajo el brazo, Daniela Iarritu decidió dejar su Mar del Plata natal para venirse a Olavarría a estudiar una licenciatura en Arqueología. Un tiempo después se recibió pero nunca ejerció. Hoy es directora de la Escuela Nº 5 de Colonia San Miguel y maestra del Grupo Primario del CEC 805 de Sierras Bayas, comparte su vida con un hijo de 17 años y con diez mascotas, seis gatos y cuatro perros, "la mayoría rescatados o hijos de rescatados", dice sobre aquellas "compañías mágicas" que forman parte de su primer libro de cuentos para niños, o adultos que se atrevan a volver a mirar con otros ojos. En diálogo con FINDE, vía whatsapp, Daniela recuerda cuándo empezó a escribir, la influencia de sus maestros, la lectura en su casa y las formas que tiene la magia de meterse en nuestras vidas.

La mirada de los niños

Los relatos de "Seres mágicos y otras compañías" nacieron hace bastante tiempo pero con la pandemia el sueño de publicar se volvió real.

Daniela explica que cuando estaba haciendo una tesis tuvo "la necesidad de salir de la escritura formal y académica y poder explayarme con la imaginación".

"Siempre me gustaron los relatos para niños, esto de poder usar la imaginación como un viaje para contar un relato me parece fantástico" dice y comenta que muchos de sus textos "nacieron con la literalidad de alguna frase, como La planta de pie o de Más princesa será tu abuela, de jugar un poco con eso. Con alguna vuelta distinta de una historia clásica siguiendo a autores como Ema Wolf y otros tantos autores para niños".

"Al principio eran relatos sueltos, ideas que a veces tengo, y después vi que podían tener una continuidad y eran como un cable a tierra comparado con lo que era una escritura académica, rígida, como es la escritura de una tesis" señala. La autora reconoce que si bien el libro está pensado para un público infantil, es interesante pensar que en algún punto hay un ida y vuelta con los adultos.

"Los adultos también podemos jugar con estos seres mágicos, podemos buscarle una vuelta más a una historia familiar, algún referente que nos ha acompañado o nos acompaña, a poder mirar con la mirada de un niño y saber que esa magia está siempre", afirma.

"Creo que los cuentos para niños nos invitan a los adultos a jugar un poco con la imaginación, a abrir un poco el corazón. Por ahí es una frase muy usada pero nos invitan a ser niños y a poder plantarnos en algún lado donde estuvimos y que está ahí, no es que se perdió" reflexiona. Y agrega: "Animarnos en este contexto tan duro de la pandemia y de la realidad, a jugar desde un lado más relajado, de creer que la magia existe y que la generamos nosotros".

Cuando Daniela se sentó frente a la hoja en blanco el primer relato que le surgió fue "Más princesa será tu abuela". "Me gustó esa idea de poder jugar con una frase, de juntar lo cotidiano con la posibilidad de hacer realidad parte de un cuento" explica. "Después empecé a escribir sobre lo que más me gusta a mí que es el tema de las mascotas" comenta y dice que lo que la motiva "por ahí son historias o anécdotas que me han contado o algunas fantasías que han tenido chicos en la escuela". Por otro lado confiesa que "la mayoría de los nombres de los personajes son de gente que conozco, no son una elección al azar".

Sus cuentos están construidos de forma simple, para que pueda ser seguido tanto por un niño como por un adulto, donde las imágenes que se van formando en la cabeza del lector completan la historia y es ese punto de vista lo que hace que el relato nunca cierre, sino que queda abierto a criterio del que lee.

"También tiene que ver con esta idea de qué pasa si hacemos al revés" dice Daniela y señala que "si en lugar de enseñarles a los niños el mundo del adulto, nos atrevemos a entrar en la lógica de un niño. Que a veces es mucho más rica y emocionante que la del mundo cotidiano que es tan duro".

"Todavía no tengo devoluciones de chicos de forma independiente. Sí hice una lectura por Zoom con unos nenes y les gustó, lo dibujaron, lo estuvimos charlando", cuenta.

"De los adultos la devolución que me han hecho es como que volvieron a ser niños por momentos. Que tiene mucho vuelo imaginativo y les gustan las ilustraciones, que los invita a mirar otra vez el mundo de cuando eran niños". Aunque reconoce que todavía le falta "la crítica mas importante, la de los niños".

El camino de la escritura

A relacionarse con la escritura comenzó desde muy chica. Daniela recuerda que el diseño curricular de la escuela primaria obligaba a los alumnos de los últimos años a "escribir mucho". En la escuela secundaria "tuve la suerte de tener profes que amaban la Literatura y me permitieron amarla, sobre todo la Literatura Latinoamericana" dice.

"Durante algunos años nos hacían escribir mucho porque el formato de la materia era presentar un autor, dos lecturas y después a escribir. Ahí me di cuenta de que lo que escribía era medianamente interesante porque mis compañeros, cuando me tocaba leer a mí, se callaban y me escuchaban".

Es su casa también recibía estímulos para que leyera, por eso recuerda su infancia como un momento donde "leía bastante" y ser socia de una biblioteca "en la época en que uno sacaba los libros y tenía una semana para leerlos y devolverlos".

En cuanto a autores, "más allá de los infantiles, me enamoré de Gabriel García Márquez, de su realismo mágico" afirma. Mucho tiempo después descubrió a Cortazar, a Borges, a Benedetti, a Galeano. En la adolescencia llegó a la ciencia ficción, un género que reconoce la marcó mucho.

Con la pandemia la presentación de su libro está retrasada pero mientras tanto está organizando la forma de cumplir con los protocolos sanitarios y poder hacerlo en marzo.

"La idea es presentarlo cuando se pueda en el CEC 805" y luego coordinar además un encuentro en la biblioteca de Sierras Bayas "con poco público y dinámico" o si no buscar un espacio abierto.

De igual forma, continúa trabajando en un próximo libro y adelanta que tendrá que ver "con estas distintas ideas de burbujas, de lo efímero, de cómo nos invita a jugar, a ser siempre niños y a viajar por otros espacios". Por otro lado menciona que habrá artistas invitados quienes estarán a cargo de las ilustraciones.

"La idea es que sean diez cuentos, que tengan como conexión este concepto de la burbuja y que luego al final se conecten", concluye.