Pero antes de llegar al Centro Cultural junto con toda su comitiva y acompañado por el intendente interino Juan Mujica, Alak hizo otra importante visita en su recorrido. "El objetivo en Olavarría era entregar las escrituras, pero también visitamos la obra del Polo Judicial que han sido presupuestadas para 2021 y la reanudación de esa obra está sujeta a una decisión judicial, ya que está judicializada. Por el momento no hay una fecha definida para reanudar la obra, pero lo que sí hay es una decisión del gobernador (Axel Kicillof) de presupuestar la obra e incluyó los fondos para su terminación, ya que la obra tiene un 46 por ciento de avance y le falta un 54 por ciento. El Poder Ejecutivo la presupuestó y están los fondos disponibles, por lo que sólo necesitamos que el Poder Judicial destrabe la situación porque se paralizó, ya que hubo denuncias de certificaciones de obra que no se habían realizado en el gobierno anterior, así que estamos viendo si eso constituye alguna figura penal o no. En este momento la causa tramita ante la Fiscalía 10 del Departamento Judicial de La Plata y estamos esperando ver qué resuelve el Poder Judicial para poder reanudar la obra" explicó Alak.

Y luego de entregar las escrituras, el ministro Julio Alak se dirigió hacia la Unidad Penal 2 de Sierra Chica para llevar a cabo allí una nueva visita en su recorrido por el partido de Olavarría. ¿El objetivo?, el funcionario lo contó así: "Vamos a llevar a cabo un plan integral de capacitación para todos los penitenciarios de la provincia de Buenos Aires. Lo vamos a realizar en Sierra Chica porque Sierra Chica significa un verdadero emblema para el Servicio Penitenciario Bonaerense. Esta es una aspiración de largo tiempo, es una capacitación mucho más amplia que las anteriores, y también visitamos el hospital penitenciario que forma parte de un sistema de 15 hospitales penitenciarios que se están construyendo en la provincia. Ya inauguramos 6 y quedan 9 por inaugurar, uno de ellos es el de Sierra Chica. Se hicieron para atender a los internos en las emergencias y es un sistema que tiene 24 mil efectivos y 50 mil internos, y hasta ahora sólo teníamos 57 camas disponibles de internación en Olmos y eso es absolutamente poco. Al haber tan pocas plazas de internación el sistema penitenciario colapsaba el sistema de salud pública, por lo que pasaremos de 57 camas a 420".

Respecto de cómo se encuentra la salud en las cárceles en este momento de pandemia, ante la posibilidad de resurgimiento de los casos de Covid, el ministro señaló que "realmente cuando se desató la pandemia en marzo una de las grandes preocupaciones del Gobernador y también mía, como ministro de Justicia, era el riesgo que significaba el coronavirus en las cárceles. Felizmente, pese a la escasez de recursos que existían, tomamos decisiones duras como fue el cierre absoluto de visitas a partir del 12 de marzo. Los internos lo aceptaron voluntariamente, no como fue en Santa Fe que hubo motines y muerte, como pasó en Colombia o en Italia con toma de cárceles o en Brasil con fugas masivas. Pero aquí logramos mesas de diálogos con los internos en los 63 penales que hay en la provincia y voluntariamente los internos y las internas entendieron que era lo mejor para preservar la salud y aceptaron el cierre de las visitas. Hoy felizmente tenemos contagio cero".

Por último, en el final de la charla, ante la pregunta de la periodista Solange Rivarola relacionada con el femicidio de Ursula Bahillo en cuanto a que reavivó un pedido de una reforma judicial para tomar medidas efectivas contra la violencia de género, el funcionario señaló que "los femicidios en la provincia de Buenos Aires y en el país, hay un 80 por ciento que nunca llega la víctima a acudir al servicio judicial o a la policía, y suceden en el ámbito intrafamiliar y el Estado no se entera. Pero hay un 20 por ciento que el Estado se entera y en ese porcentaje que golpea la puerta de una comisaría o de una fiscalía, nosotros tenemos que darle mayor eficiencia en la atención y efectividad. Lo de Ursula fue tremendamente lamentable porque golpeó la puerta muchas veces, más de diez veces pidiendo ayuda, y el Estado -el ministerio público, el aparato judicial o la policía- no tuvo una respuesta efectiva. Así que se están estudiando una serie de medidas que el Gobierno va a implementar porque está preocupado por este tema. Que la mujer cuando se sienta amenazada insista y recurra al Estado, que le exija protección y la posibilidad de obtener controles electrónicos o tobilleras duales para cuando el denunciado se aproxime al lugar donde la mujer habita el Estado sea alertado. Por otro lado, las que van a pedir ayuda que sean rápidamente asistidas, por lo que en ese aspecto tenemos que hacer un trabajo permanente, de concientización de la sociedad pero también de mejorar la respuesta del Estado".