"Los libros son la puerta de entrada al conocimiento"
El avance de la tecnología y los distintos dispositivos con acceso a internet dejaron en un plano apartado a los libros impresos. En este contexto con tanta virtualidad es difícil, pero no imposible, implementar el uso de los libros como medio de búsqueda de información o entretenimiento. La bibliotecaria Olga Rasposo y el escritor Daniel Panarace dieron su punto de vista sobre los libros y contaron sobre sus experiencias.
En este contexto rodeado de tecnología se vuelve dificultoso seguir vinculado con los libros impresos, enciclopedias, bibliotecas. Este es un momento donde predominan las actividades a través de la virtualidad y donde el entretenimiento, por lo general, es mediante una pantalla. Existen diferentes técnicas y maneras de incorporar la lectura como hábito ya sea para informarse o como pasatiempo.
Es importante incorporar herramientas especialmente en los niños y niñas que comienzan a leer, también en adolescentes y jóvenes, quienes crecieron en un mundo virtual que avanza constantemente. Con respecto a la lectura de libros impresos, Olga Raposo opinó que "creo que está pasando un periodo de adormecimiento y que después va a estar en el impulso que el docente le dé a las actividades a través del libro".
Principalmente en el contexto actual que estamos atravesando, en el cual por ejemplo las clases de los distintos niveles educativos se dictan a través de un dispositivo móvil y las bibliotecas están cerradas por la emergencia sanitaria. Hoy en día la mayoría de las actividades cotidianas son a través de la virtualidad, lo que genera un alejamiento en muchos casos de los libros impresos. "Los libros son la puerta de entrada al conocimiento", manifestó Daniel Panarace.
La intención de recurrir a bibliotecas o enciclopedias impresas para conseguir información quedó, para muchas personas, como algo antiguo ya que lo cambiaron con el acceso a internet. Pero los libros y las bibliotecas no son espacios que se puedan suplir porque son únicos, tanto el contenido de cada libro como el ritual de ir a una biblioteca, buscar un libro por tema o autor, y sentarte a leer. "La verdad siempre está en las bibliotecas", expresó el escritor olavarriense.
Experiencias literarias
Daniel Panarace, Gerente General de la radio LU32 (AM 1160 - FM 98.7), escritor, poeta y lector, está vinculado a los libros desde muy chico ya que comenzó a leer antes de los 5 años. "Me regalaban libros, los cuales leía con avidez, ellos me fueron formando", expresó Daniel. De su infancia recuerda haber leído las revistas Billiken y su libro preferido de ese momento, "Robinson Crusoe".
El amor por la lectura y la escritura prevalecieron desde su infancia hasta la actualidad, se expandió por distintos géneros que lo llevó a leer gran cantidad de ejemplares. "Mi biblioteca personal que comparto con mi esposa tiene aproximadamente 2200 ejemplares, creo haber leído en mi vida gran parte de ellos", manifestó el escritor olavarriense.
Actualmente, a pesar del avance de la tecnología y las distintas posibilidades de acceder a un libro, Daniel decide leer libros impresos. Considera que los libros en papel nunca van a desaparecer, "de cualquier manera va a crecer la lectura virtual, inevitablemente, también te convierte en lector, pero desde otro lugar, es una elección", opinó.
Además de la lectura tiene pasión y dedicación por la escritura, especialmente poemas, el cual es un género preferido. Su comienzo como escritor se basó en que "la inspiración vino sola y tuve la necesidad de volcarla en el papel", sostuvo Panarace. Su primera publicación fue el libro de poemas "Fundamentos".
Su interés por los libros lo llevó a crear un espacio dentro de la radio el cual nombró "La Biblioteca". Surgió a partir de una conversación con la gerencia de programación y "el objetivo del espacio fue tener un lugar para comentar, reflexionar, defender la lectura y los libros", explicó Daniel.
A partir de su experiencia, tanto en la escritura como en la lectura, en su rol como defensor de los libros en papel y frente a este contexto virtual, Daniel Panarace reflexionó que "hay que volver a la lectura, estar en contacto con los libros, quienes nos van a dar las herramientas para ser ciudadanos pensantes, críticos y libres".
La relación de Olga Rasposo con los libros también comenzó desde la infancia, recuerda especialmente el libro "Mi planta de naranja lima". Su principal medio para conseguir libros era la biblioteca, ya que en esa época sus padres no podían comprarlos. Además de que "tenía una maestra que había venido de Buenos Aires que vivía en frente de mi casa que me prestaba libros infantiles", recordó Olga.
Su vinculación con los libros fue desde la infancia hasta la actualidad, ya sea a través de la docencia, la organización de la Feria del Libro, la creación de la Biblioteca Popular Vecinal "Don Helios Eseverri", entre otras actividades. Olga considera que la lectura es muy importante, especialmente durante la infancia y adolescencia, pero que es necesario entusiasmar a las personas para que se genere un hábito. "El corazón de todo esto es la familia en primer lugar, tiene que partir de la familia, que no todo sea el celular y el televisor, y también de la escuela", expresó. Tanto desde la familia como de la escuela se debe hacer promoción de la lectura de los libros impresos, con el fin de que desde la infancia tengan un acercamiento a la lectura y así poder generar interés.
Desde las instituciones educativas actualmente utilizan la virtualidad para las clases y otras actividades, por lo tanto cuando se pueda que volver a la presencialidad totalmente va a ser una tarea difícil vincular a los chicos y chicas con los libros impresos. Olga Raposo opinó que "cuando sea el momento tienen que salir con el motor en marcha y realmente abrir las aulas, ventilar las aulas y ventilar las mentes".
Es necesario que a través de la lectura se pueda aprender a estudiar, seleccionar y buscar información, resumir, entender y comprender. Es importante que las personas adultas, tanto en los ámbitos escolares o familiares, puedan dar el ejemplo a través del incentivo por la lectura y el interés por los libros. "Hay que ir dejando un poco de ejemplo, nos olvidamos que el chico se copia del adulto, de cómo actuas", manifestó la bibliotecaria.
Las bibliotecas son espacios necesarios para la tarea la promoción de la lectura de libros impresos, ya que brindan la posibilidad de acceder a múltiples ejemplares literarios. "Realmente amo los libros y los voy a seguir defendiendo, las bibliotecas van a seguir estando", expresó Olga. Los libros dejan enseñanzas y hábitos que no pueden reemplazarse con la virtualidad. "Yo le tengo fe a las bibliotecas", concluyó.
Biblioteca "Don Helios Eseverri"
Las bibliotecas populares ofrecen una gran variedad de temáticas literarias y otras actividades como talleres, cursos, charlas, entre otras. Tienen el objetivo de generar un espacio cultural que se vincule con el barrio y distintas instituciones como escuelas y jardines.
La última biblioteca que se inauguró en Olavarría es la Biblioteca Popular Vecinal "Don Helios Eseverri", ubicada en Balcarce 3626, la cual abrió sus puertas formalmente el 28 de marzo del 2012. Este espacio surgió a partir de un gran trabajo colectivo de distintas personas que creyeron en la importancia de que se creara una biblioteca popular en el barrio Villa Floresta.
Olga Raposo, quien dedicó su vida a la docencia y a los libros, impulsó esta propuesta la cual surgió a partir de una promesa y un sueño que tenía desde su adolescencia. En ese momento formaba parte de un grupo folklórico a través del cual pretendían dejar una huella. "A partir de un espacio cultural que ya había en Olavarría en el barrio, nos preguntaron qué huella queríamos dejar y yo dije una biblioteca popular", expresó Olga. Cuando era adolescente le gustaba mucho leer, habitualmente leía libros que retiraba de una biblioteca que quedaba bastante lejos, de su barrio Villa Floresta, donde nació y vive actualmente.
Después de varios años de estudio, trabajo en la docencia, siempre vinculada con los libros, por ejemplo realizando la Feria del Libro, decidió cumplir su promesa. "Cuando voy a jubilarme hace 12 años mi hermano me dijo, ‘ahora vos que estás jubilada tenes que cumplir una promesa que hiciste cuando eras adolescente y es la creación de la biblioteca’", recordó Olga Rasposo. La idea de formar una biblioteca popular en el barrio, en su barrio de toda la vida, la entusiasmó mucho. Fue un trabajo que requirió de ayuda de la comunidad, de tiempo y esfuerzo.
Su sueño de formar una biblioteca popular "coincide con la gestión de don Helios Eseverri, a quien yo tenía un trato bastante corriente por el tema de la Feria del Libro, entonces un día le digo que me va a tener que conseguir un espacio en el barrio para que pueda funcionar una biblioteca popular", explicó Olga. En ese momento todavía le faltaba conseguir mucho material, el cual tiempo después se recaudó a través de colectas y donaciones que hacía la comunidad.
Cuando logra conseguir un equipo de personas para llevar adelante el espacio y suficiente material, se da que la casa actual donde funciona la biblioteca había quedado a disposición de la Municipalidad por donación de su dueña que había fallecido. En ese momento "no vi mejor que plantarme ante el intendente con un grupo de mi gente para pedir esta casa, que por cierto estaba en estado muy descuidado, cuando me dieron las llaves de esta casa fue la felicidad total", expresó la bibliotecaria.
Conformar ese espacio en una biblioteca popular vecinal llevó mucho tiempo y esfuerzo, en su creación participaron varias personas que se dedicaron a realizar distintos trabajos. "Cuando fallece Helios Eseverri nosotros no habíamos podido inaugurar aún, asume su hijo José y teníamos que prepararnos para ya funcionar como biblioteca reconocida en la ciudad", manifestó Olga Rasposo. Todo se logró también a partir de las múltiples donaciones de libros y distintos elementos que hoy son parte de la biblioteca como mesas, sillas, estantes, muebles, entre otros. El acto inaugural fue el 28 de marzo del 2012, participaron muchas personas de la ciudad y todos los vecinos del barrio. Desde ese momento hasta hoy continúan trabajando, apostando a la lectura y a las bibliotecas populares.