Las actividades protocolares por el 205° aniversario de la Independencia Argentina comenzaron a las 9, en medio de una mañana gris y húmeda. Encabezadas por el intendente Ezequiel Galli, el presidente del Concejo Deliberante Bruno Cenizo, el Segundo Jefe de Caballería de Tanques 2 "Lanceros General Paz" Mayor Lucas Rotania y el Jefe del Escuadrón de Ingenieros Blindados 1 Mayor Fernando Etcheverry, se procedió primero al izamiento de la Bandera en el mástil de la plaza central y se entonaron las estrofas del Himno Nacional.

La jornada continuó luego en la parroquia San José donde se desarrolló el Tedeum con un discurso que no pasó por alto el actual contexto de pandemia.

"Hay que construir sobre roca: hacer el bien y evitar el mal", dijo el Padre Briscioli. Pidió la bendición para el personal de salud y consuelo a quienes perdieron un ser querido por la pandemia.

Posteriormente se ofreció un chocolate en al hall del Palacio San Martín. Y ya entrada la noche, a las 19, se realizó la Velada de Gala en el Teatro Municipal, con entrada libre y gratuita pero con el 30% de aforo que donde dispone el debido protocolo en el marco de la emergencia sanitaria.

Allí tuvo lugar la presentación anual de la Orquesta Sinfónica Municipal "Mtro. Mario Patané", con un homenaje a Astor Piazzolla, bajo la dirección del Maestro Diego Lurbe.

"Nos convoca una fiesta patria, ocasión de gracias al Señor: y lo hacemos como cada año desde los orígenes de nuestra patria con el ‘Te Deum’. El ‘Te Deum’ propiamente es un himno latino que se remonta a la época de San Ambrosio el obispo de Milán, esto es, finales de siglo IV. Desde entonces, la liturgia de la Iglesia Católica lo reza en los momentos de acción de gracias. Hoy nuevamente agradecemos al Señor por la Patria con el rezo del ‘Te Deum’", comenzó diciendo el Padre Sebastián Briscioli.

"Edificar sobre roca"

El párroco de San José tomó como base un pasaje del Evangelio de San Mateo donde se plantea una doble posibilidad: edificar sobre roca o edificar sobre arena. "Dice Jesucristo que el que escucha sus palabras y las practica es como un hombre sentado que edificó su casa sobre roca. Caen lluvias y pasan tormentas pero la casa sigue en pie, en cambio, el insensato edificó sobre arena, y las mismas anteriores calamidades derrumban la casa y la ruina fue grande", planteó.

Así, "el hombre ‘prudente’ también se puede traducir como ‘sabio’, es decir, ‘el que sabe’. Ese edifica sobre firme roca; el necio, es decir ‘el que no sabe’, por el contrario, trabaja sobre arena inestable. En otras palabras: el sabio se aplica sobre aquello que es sólido y perdurable; el necio, sobre cosas inconsistentes y pasajeras. Y aun prescindiendo de la fe, aun así, podemos decir que es conveniente edificar sobre cosas firmes. Nosotros deseamos una Patria sólida, firme, y por lo tanto –lógicamente- hemos de empeñarnos sobre roca", sostuvo.

Y continuó diciendo que "trabajar sobre la roca es arduo, fatigoso, exige tesón y magnanimidad. Como reza el adagio: AD augusta per engusta, a grandes alturas por puertas estrechas. Aunque si lo consideramos con detenimiento, veremos que igualmente habrá que pasar muchas fatigas para edificar sobre arena, pero, con el resultado de un final ruinoso".

En otra parte de su discurso apuntó que se edifica sobre roca "buscando las cosas consistentes, con un sentido hacia el bien. Practicando las virtudes y evitando los vicios. Por ejemplo, en la sociedad: buscando la concordia y evitando la discordia. Porque así como la concordia hace prosperar las cosas pequeñas, con la discordia se desmoronan las cosas grandes, decía San Jerónimo. La concordia edifica, la discordia destruye".

También "se edifica firmemente cuando se fomenta la caridad y se erradica la envidia. San Agustín decía: la envidia separa, la caridad une. La caridad nos lleva a alegrarnos incluso del bien ajeno. La envidia nos lleva a entristecernos por el bien ajeno y alegrarnos de su mal".

El padre Briscioli argumentó que "somos sabios y construimos sobre roca cuando usamos los bienes de este mundo con moderación y prevemos que todos disfruten de ellos, compartiéndolos y distribuyéndolos". Un filósofo de la antigüedad decía: ‘las riquezas están al servicio del sabio, al necio lo dominan’. Y como dijo el muy querido Papa San Juan Pablo II aquí mismo en Argentina: ‘seamos capaces de evitar la inclinación al egoísmo, para preferir más la riqueza del amor que el amor de la riqueza’. En pocas palabras: hacer el bien y evitar el mal. Eso será construir sobre roca.

En este sentido, "traemos nuestro agradecimiento por la Patria y nos llevamos el deseo de edificar sobre bien, pues lo demás, tarde o temprano se derrumba (más bien temprano). Por eso venimos a agradecerle al Señor por nuestra Patria. Pero también venimos a rogarle que nos ayude, porque muchas veces "no sentimos heridos y agobiados: precisamos su alivio y su fortaleza".

Necesitamos vivir como hermanos, más preocupados los unos por los otros", destacó el párroco de San José.

Y agregó que "pidamos ayuda al Señor para ser generosos y no mezquinos. También le suplicamos hoy por todos nosotros que hemos experimentado el dolor de modo comunitario por el golpe de la archiconocida enfermedad: le pedimos que bendiga a los que trabajaron y trabajan por la salud; que consuele a los que han perdido algún ser querido, y a ellos les conceda la vida eterna. Le pedimos que ilumine a quienes toman las decisiones, para que lo hagan siempre con el consejo de los sabios y prudentes. Finalmente, le suplicamos al Señor, por todos nosotros, especialmente por nuestra Patria en este día".

"Que hoy sea éste nuestro voto: edificar sobre roca, buscar la sabiduría, ser sensatos teniendo el sentido orientado al bien. Ascienda al Señor nuestra humilde acción de gracias, y descienda sobre nosotros su amable bendición, hasta que pasemos de la Patria terrenal a la Patria celestial", finalizó.