El dato de la inflación de abril, del 8,4% según el Indec, evidenció que el rubro de prendas de vestir y calzado encabezó el aumento con un 10,8%. Ante las acusaciones de abuso por parte de las empresas textiles y especulaciones en el mercado, la Fundación Pro Tejer publicó un informe rechazando ser la causa de la inflación y señalando a las importaciones de prendas como el verdadero detonante.

La voz de la industria textil

El sector industrial textil ha sido contundente al negar su papel en el aumento de precios. "No son los precios locales de los proveedores de insumos para la fabricación de indumentaria los que explican este salto en los precios", señalan desde ProTejer.

Atribuyen, en cambio, estos incrementos a un "extraordinario incremento en las importaciones de prendas confeccionadas", las cuales aumentaron un 73,7% en toneladas en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Las distorsiones del mercado

El informe también apunta a distorsiones en el sistema impositivo y en las cargas fiscales que parecen beneficiar a los importadores y a los talleres clandestinos, en detrimento de la industria local de confección, mayormente compuesta por pymes.

Capacidad instalada: ¿Dónde está el problema?

En cuanto a la utilización de la capacidad instalada, las cifras muestran que la industria textil no está a pleno rendimiento, operando entre el 52% y el 54% de su capacidad, lo que indica una gran cantidad de recursos inutilizados.

Acuerdos de precios y realidad

La Fundación Pro Tejer detalla que firmaron un acuerdo de precios con el gobierno en enero para regular la variación de los precios en los primeros cuatro meses del año. De acuerdo con este plan, los fabricantes de insumos textiles han cumplido con la programación acordada, con un aumento mensual promedio del 4,8%, que en abril bajó al 3,25%.

Conclusiones y perspectivas

Según Pro Tejer, los aumentos en el rubro de indumentaria parecen estar "más relacionados con maniobras comerciales con productos de importación y la forma en que se reflejan los movimientos cambiarios", en lugar de ser un resultado directo del incremento en los costos de los insumos.

Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), coincide en que la importación no es la solución a este problema. "Lo que tenemos que discutir es el costo argentino y no pensar que la industria es la culpable”, señaló.

El debate sobre la inflación en el sector textil y de indumentaria refleja una realidad compleja, en la que tanto productores como consumidores son víctimas de un sistema plagado de distorsiones y desafíos.