Hoy, Día del Bioquímico, los encuentra trabajando bajo estrictos protocolos de bioseguridad, en medio de una pandemia que preocupa y que ve crecer los números de casos en nuestra ciudad.

En este contexto donde es necesario cuidarse al máximo, en los laboratorios olavarrienses atienden urgencias y aquellos controles que no pueden dilatarse en el tiempo. Pero además, se ponen a disposición de la salud pública en caso de ser necesario, por ejemplo con la detección de anticuerpos.

Desde la institución que nuclea al sector, "le damos nuestro total apoyo al Dr. Germán Caputo y a todo su equipo que están haciendo frente a una durísima tarea con mucha seriedad y responsabilidad".

Matías Nattero se recibió de bioquímico en 1998, en la Universidad de Buenos Aires. Siguió el camino de su padre, con quien comenzó a trabajar un año después. El profesional divide sus tareas entre el laboratorio que tiene en Del Valle casi Lavalle y el Hospital Municipal que es "como mi segunda casa".

El plantel del tradicional laboratorio Nattero-Vitale está integrado por cinco personas que se suman a los dos bioquímicos y un técnico. Pero actualmente el plantel se redujo porque "hay dos personas con licencia desde el primer día de la pandemia, una de las chicas está embarazada y otra es mayor así que están realizando la cuarentena como corresponde", contó quien preside el Círculo de Bioquímicos de nuestra ciudad desde 2016, y desde donde se dispone la metodología de trabajo en este contexto tan especial. "Hoy lo que hacemos es mantener reuniones por zoom, definimos protocolos, hablamos de nuestra tarea y nos ponemos de acuerdo para seguir todos los mismos parámetros".

La atención con máximos recaudos

"Somos un trabajo esencial, la gente necesita hacerse sus análisis y el médico se apoya muchísimo en el diagnóstico. Así que atendemos cuestiones de urgencias como controles de embarazo, bebés recién nacidos, pacientes oncológicos que necesitan seguir con sus tratamientos y distintas patologías que no pueden esperar. Otras cuestiones, si bien no son de urgencia, tampoco pueden dilatarse mucho en el tiempo", explicó Nattero.

En cuanto a la metodología de trabajo "estamos trabajando con turno previo en aquellos casos en los que se puede y tomando todos los recaudos de bioseguridad. Hay salas en las que por sus dimensiones pueden ingresar de a tres pacientes y otras en las que el ingreso se da de a dos personas por vez. En ese sentido, cada laboratorio regula su trabajo en cuanto a la gente. En tanto que aquellas personas que necesitan extracción de sangre y que no son urgencias, llaman previamente y les damos un turno así evitamos la concentración de personas", explicó el bioquímico al tiempo que remarcó que, aunque forman parte delas actividades exceptuadas de la cuarentena, el nivel de trabajo ha disminuido respecto de aquellos tiempos de normalidad. "En general, la gente suele tener temor de ir a este tipo de lugares. Por eso, lo que les decimos es que están dadas las condiciones para brindar mucha seguridad. Mantenemos una higiene estricta, estamos bien equipados y evitamos reunir a mucha gente en un mismo momento, tomamos todas las precauciones del caso. También, obviamente, depende mucho de lo que le ha dicho el médico a ese paciente. Nosotros desalentamos que vengan a hacerse controles que pueden esperar a que la situación esté más calma, pero alentamos a que concurran en aquellos casos en los que no se puede esperar. El que necesite que venga, por ahí por desconocimiento o miedo hay personas que dejan de hacerse los controles y no es aconsejable".

En un año particular, "el mensaje que queremos dar ese ese: que la población sepa que nuestro trabajo se realiza con mucho profesionalismo y seriedad".

Laboratorio biomolecular

"Es un orgullo mi ciudad y mi hospital. Trabajo en el laboratorio privado, pero también en el hospital público que es como mi segunda casa. Y estoy orgulloso de mis colegas que han tenido un gran empuje, con decisión y un enorme esfuerzo que han hecho, tanto ellos como a nivel de secretaría de salud. En tiempo récord montaron el laboratorio biomolecular, se pudo conseguir los tests y empezar a hacerlos en nuestra ciudad, eso es un gran avance tecnológico", planteó Matías Nattero.

El profesional analizó que "la biología molecular no solo necesita su aparatología y un lugar especial, necesita también de profesionales que estén al frente de esto, y que por suerte Olavarría los tiene".

Con un brote de casos de coronavirus que ubica a Olavarría como la ciudad con más positivos después de la zona del AMBA, Nattero no duda en decir que "nosotros estamos a disposición por si nos necesitan para colaborar con salud pública".

Aseguró que "podemos ayudar en caso que lo requieran, por ejemplo en los testeos de anticuerpos porque tenemos la capacidad de hacerlo".

En este contexto, "estamos a disposición de los médicos y la salud cuando necesiten hisopados aunque manejamos más la parte de pacientes asintomáticos o de contacto indirecto".

Matías Nattero expuso que lo más probable es que "de acá a un mes o dos se empiecen a solicitar test de anticuerpos para saber si la gente tuvo el virus o no", y en este sentido los laboratorios privados están capacitados y equipados para realizarlos.

Con un enorme compromiso y seriedad, los bioquímicos no viven hoy un día cualquiera. Es un momento especial para una profesión esencial en los tiempos que corren. "Obviamente que no dejamos de ser personas, con nuestras inquietudes y temores, pero todos trabajamos con seriedad y tranquilidad, sin perder la calma. Nadie quiere pasar por este tipo de situaciones pero para eso nos preparamos desde nuestra formación".