En ese sentido, indicó que el citado Colegio "constituye una representación regional de la entidad madre" que, a nivel provincial, tiene sede en La Plata y está presidida por el olavarriense Mario Carpi. En este caso, Olavarría es cabecera del distrito que integran, además, Laprida, General La Madrid, Azul, Tapalqué y Las Flores, que agrupa a unos 280 profesionales en actividad, de los cuales 80 corresponden a esta ciudad.

Como todos los colegios profesionales, "el de Veterinarios equivale a una delegación del Estado Nacional para la salvaguarda de la matrícula profesional , para el manejo y el cobro de esa matrícula que a su vez equivale a la regulación del ejercicio de la profesión.

"Básicamente, la función del Colegio pasa por la representación del veterinario ante instituciones, ministerios y todos los organismos que se correspondan con el quehacer profesional" y tantas cuestiones derivadas de la atención de los rubros grandes animales, pequeños animales y Bromatología, entre otros", indicó Espeleta.

Ahora bien, ¿cuáles son los desafíos, las problemáticas que más habitualmente enfrentan los profesionales de esta disciplina? "Partamos de la base que nuestra profesión abarca mucho más que la imagen que la gente tiene en general de que curamos animales o mantenemos su salud. Bien, esa es una función muy importante, pero quizás uno de los desafíos mayores que tenemos por delante, cada vez más importante, es que el mundo demanda alimentos cada vez con mayores garantías de sanidad, de buena calidad. Nosotros estamos ayudando, pero tenemos que capacitarnos cada vez más, para contribuir en ese objetivo de lograr alimentos cada vez más saludable, en lo que se refiere a carne y todos los derivados animales, esto es lácteos, la leche, los huevos. En este sentido, el veterinario está colaborando de alguna manera en la salud pública, porque está ayudando a mantener la buena calidad de esos alimentos".

Espeleta se refiere, "en general, a la producción, a la generación de alimentos en su origen, tanto la crianza de vacunos, ahora se les da cada vez más importancia los productos que se les aplican a esos animales, por ejemplo, antiparasitarios o antibióticos, que se les da mucha mas importancia y hay cada vez más exigencias de los circuitos de países importadores de carne y también para el consumo de nuestra población".

En ese contexto, existen ciertos antiparasitarios de acción prolongada, respecto de los que hay que respetar los denominados períodos de retiro, esto es los 30 días de residuos de tejidos o en carnes, durante los que no se puede faenar el animal al que se le aplicó, con lo que se salvaguarda la salud de la población, para evitar problemas de toxicidad. "Así el veterinario entra a tomar parte en la salud pública", al mismo tiempo que su figura se va haciendo casi imprescindible para este tipo de producciones animales.

Todo esto conlleva "un concepto más moderno o más actual de la función del veterinario", obviamente referido a los veterinarios que se dedican a la producción, a grandes animales. "No debemos perder de vista a los otros, las otras ramas de la profesión, que son tan importantes como la anterior: la bromatología, los laboratorios, animales exóticos en los zoológicos, los pequeños animales, esto es las mascotas, tan importantes para la salud mental de la población".

Esta noche, un nutrido grupo de veterinarios de Olavarría se reunirá en una cena en un restaurante local, para celebrar su día, que coincide con el de Agronomía, "nuestros primos hermanos por afinidad" . De hecho, esta jornada se corresponde con aquella en la cual "se iniciaron los estudios veterinarios por primera vez en el país, el 6 de agosto de 1863. Entonces fue la primera clase de la carrera en el Instituto Agronómico y Veterinario Santa Catalina, que todavía no tenía grado de facultad, en Lavallol, partido de Lomas de Zamora". Más tarde, el Instituto pasó a depender de la Universidad de La Plata, en lo que fue concretamente luego la primera facultad de Veterinaria del país.