Especializada en la atención de equinos desde hace una década y media, la profesional que se recibió a los 22 años cumplió 23 en su primer trabajo en un haras, actividad que comparte con su desempeño en el Regimiento.

A semanas de la prohibición por parte del intendente de Luján de la tradicional peregrinación a caballo y luego de la defensa por parte de agrupaciones gauchas, Vanesa Abdala llega con su voz para explicar que no hay motivos para tomar esta medida porque "los caballos están muy bien cuidados", sosteniendo su afirmación no solo desde su experiencia profesional, sino además desde lo personal.

Pandemia, seguridad y "maltrato animal" fueron las razones por las cuales el Jefe Comunal de Luján, Leandro Boto, decidió prohibir esta celebración. La resolución se conoció el 8 de septiembre pasado, a menos de 20 días de que se lleve a cabo el evento. La medida provocó un amplio rechazo en los centros tradicionalistas que han señalado que el municipio "no respetó un acto de manifestación de fe hacia la Virgen y que rompe con una tradición que viene desde hace más de 75 años".

A cambio, se decidió permitir un desfile a caballo del que solo pueden participar los centros tradicionalistas para cuidar la vida tanto de los animales como de los jinetes.

"Fue una noticia dolorosa porque los veterinarios sabemos el sacrificio que hacen los gauchos peregrinos durante todo el año para poder llegar a esa instancia", sostiene Vanesa Abdala.

Lo cierto es que esta tradición fue desvirtuándose en los últimos años y el propio Carlos Carlón -presidente de la agrupación gaucha San José- reconoció a este Diario esta semana que el problema nace de gente que llega básicamente del Conurbano y que acude a la peregrinación sin los cuidados necesarios, a modo de diversión y con caballos que no están listos, ni alimentados, ni cuidados para este tipo de actividad. En este sentido, había planteado que una solución sería reforzar controles para no permitir el ingreso de quienes no cumplen con las condiciones que requiere este tipo de actividad, una postura que tomaron gran parte de las agrupaciones que suelen participar de este evento.

En peregrinación

"La preparación de estos caballos no es de un día para el otro, llevan meses en donde se les da un tipo de alimentación específica. Además durante la peregrinación los caballos van haciendo paradas en diferentes puntos en los cuales se los alimenta. Son caballos que van herrados, se los desparacita días anteriores para que no tengan problemas de parasitosis, se les hace un chequeo clínico, se los revisa, se les hace el análisis de anemia infecciosa equina que es una enfgermedad infecto-contagiosa y cualquier caballo que de positivo no puede realizar la peregrinación ni cualquier otro tipo de actividad", aclara la médica veterinaria Vanesa Abdala en referencia al cuidado que llevan adelante las distintas agrupaciones tradicionalistas para encarar la travesía.

Cuenta además, que "cuando van, van con dos caballos o tres y van rotándolos, por lo general a la mañana van con un caballo y a la tarde con otro. Es un animal preparado para este tipo de trabajo, no son caballos que nunca en si vida han hecho este tipo de actividad. De hecho, el animal como el deportista se prepara, incluso su cuerpo libera endorfinas y entonces necesitan de esta actividad para sentirse realizados".

Otro punto que destaca es que "hasta llevan herraduras por su alguna se sale y se hacen otros herrajes. Paran en estancias donde ya los están esperando con la comida y tienen un muy buen cuidado, de hecho cuando han llegado a Luján jamás ha llegado un caballo en malas condiciones, por lo menos los caballos que he visto y he revisado antes de la peregrinación han estado sanitariamente aptos. Nunca he dado por apto a un caballo que no esté en condiciones físicas para realizar esta peregrinación".

En los últimos días, en Luján se puso en marcha un operativo de seguridad que se realiza en el marco de la cancelación de la peregrinación a caballo al Santuario de la Virgen Luján. Se desplegaron distintos puestos de control en diversos puntos del distrito y en el límite con municipio vecinos, en tanto que personal municipal realiza procedimientos en la zona histórica basical, según describen los medios de aquella localidad.

Del operativo participan Policía de la Provincia y Policía Local, la Patrulla Rural, Gendarmería y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, además del Círculo Veterinario de Luján, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y diversas áreas del Municipio.

Los curas de la basílica consideraron que el Municipio de Luján está en un proceso de "ordenar y no suspender" esta manifestación de fe, pero este reordenamiento requiere "tiempo, diálogo y decisiones" hasta "encontrarle la comba al palo" como se dice en la jerga gauchesca, en referencia al festejo desvirtuado que se ha ido viendo en los últimos años.

Lo que deja en claro Vanesa Abdala es que los caballos que llegan a Luján cada año de mano de las agrupaciones gauchas son animales sumamente cuidados y queridos, mientras expone que "ojalá logremos que no se pierda esta bella tradición".